Al llegar, el contraste entre la calma ordenada de la academia y el caos de Glaciora era palpable. Los pasillos de piedra pulida y los arcos renacentistas se alzaban imponentes, con estudiantes y profesores que continuaban con sus actividades cotidianas, ajenos al ataque reciente que Lía había vivido. Maddy la acompañó hasta la oficina de Cleir, sus pasos resonaban en el silencio respetuoso del lugar.
Cleir la recibió con una mezcla de preocupación y admiración, sus ojos reflejaban el impacto de la visión de Lía con un parche. Había escuchado rumores sobre la batalla, pero ver las consecuencias de primera mano le causó un profundo dolor.
—Lía —dijo Cleir, con su voz baja y llena de pesar—, me alegra verte con vida. ¿Cómo estás?
Lía asintió, con un rostro impasible. —Estoy bien, Cleir. Solo quería informarte de los eventos en Glaciora de propia mano.
Cleir la guió a su despacho, un amplio salón lleno de estanterías repletas de libros y artefactos mágicos. Un fuego en la chimenea crepitando plácidamente, proporcionando un calor acogedor en contraste con el frío de Glaciora. Lía se sentó frente a Cleir, quien la observaba con atención.
—Cuéntame todo —pidió Cleir, con una voz suave pero firme.
Lía relató los eventos con una frialdad y precisión muy características de ella, omitiendo cualquier detalle innecesario. Describió el ataque de los piratas liderados por Gladius robando el libro de los Tenebris, la batalla desesperada en la biblioteca y la explosión de Richard que había llevado a la destrucción parcial del edificio y a la pérdida de su ojo. No dejó espacio para el sentimentalismo o la autocompasión.
—La situación es grave —concluyó Lia—. La biblioteca de Glaciora está en ruinas y muchos de los textos antiguos han sido dañados o destruidos. Sin embargo, la ciudad se está recuperando y los hermanos Icebrook están liderando los esfuerzos de reconstrucción.
Cleir asintió lentamente, absorbiendo la información. —Lía, has demostrado un enfoque increíble. Pero puedo ver que llevas una carga pesada en tus hombros. No dudes en pedir ayuda si la necesitas.
Lía la miró, sus ojos comunicaban firmesa y decisión. —Agradezco tu preocupación, Cleir. Pero debo seguir adelante. No puedo permitirme ningún trato especial. Esto es más importante que cualquier debilidad personal.
Cleir suspiró, reconociendo la fuerza de voluntad inquebrantable en su voz, pero aceptando lo testaruda que Lía podía llegar a ser. —Entiendo, Lía. Solo recuerda que no estás sola en esto. La academia está aquí para apoyarte, en lo que necesites.
Lía asintió, apreciando las palabras de Cleir, pero su mente ya estaba enfocada en su próximo objetivo. Sabía que debía regresar a Glaciora cuanto antes para continuar con la restauración y asegurarse de que continuaran sin interrupciones. Se levantó, despidiéndose con un breve saludo.
Mientras salía del despacho de Cleir, Maddy la esperaba fuera, con una expresión de preocupación en su rostro. Lía la tranquilizó con una mirada firme, indicando que estaba lista para regresar. Dos días después el portalero, que había esperado pacientemente, abrió otro portal de regreso a Glaciora.
Cuando Lía regresó, la ciudad aún vibraba con la energía del esfuerzo de recuperación. Los daños por el ataque de los piratas y la explosión de Richard estaban siendo reparados con meticulosa precisión.
Lía se adentró en la biblioteca, observando las ruinas con una mezcla de seriedad y tristeza. Los estantes de libros estaban derrumbados, cubiertos de escombros y cenizas. Pergaminos antiguos y libros invaluables yacían desperdigados por el suelo, algunos de ellos irreparablemente dañados. La visión era desoladora, pero Lía no dejó que la desesperanza la consumiera.
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Esencias Mágicas [Completa]
FantasySumérgete en un mundo donde los hilos del destino están tejidos con hechizos ancestrales y secretos oscuros. En 'Esencias Mágicas', la magia cobra vida de manera asombrosa, entrelazando las líneas entre el bien y el mal. En un reino donde la magia e...