Esencias Mágicas [Completa]

94.Redensión

Ronald, recuperándose, se unió a su hijo, lanzando un poderoso rayo de luz directamente hacia Ugaldy.

Ugaldy intentó desviar el ataque, pero Ronald había concentrado toda su energía en ese único golpe. El rayo atravesó el escudo de viento de Ugaldy, golpeándolo en el pecho y haciéndolo retroceder.

—¡Ahora! —gritó Ronald.

Richard no perdió tiempo, lanzando un rayo de oscuridad directamente hacia Ugaldy. El rayo golpeó a Ugaldy, envolviéndolo en sombras. Por un momento, parecía que habían ganado, pero entonces Ugaldy emergió de la magia corrupta, sus ojos se llenaban de furia.

—¡Suficiente! —rugió, lanzando una onda de energía elemental que los derribó a ambos. Ugaldy levantó las manos y el suelo tembló mientras una ráfaga de viento, fuego, agua y hielo se combinaban en un ataque devastador.

Richard y Ronald se levantaron con dificultad, sabiendo que estaban al límite de sus fuerzas. Ronald colocó una mano en el hombro de su hijo, curándolo rápidamente con su magia de luz.

—Debemos seguir luchando. —dijo Ronald con firmeza.

—Lo sé —respondió Richard, su voz estaba llena de determinación.

Juntos, se prepararon para el ataque final, sabiendo que debían darlo todo para detenerlo. Ugaldy se lanzó hacia ellos, era una figura imponente envuelta en energía elemental. Richard y Ronald cargaron su magia de luz y oscuridad brillando con una intensidad renovada.

La batalla se tensó, un espectáculo de luces, sombras y elementos chocando en una danza mortal. Ugaldy atacó con una furia incontrolable, pero Richard y Ronald, trabajando en perfecta sincronía, lograron esquivar y contraatacar, cada movimiento estaba calculado y preciso.

Ugaldy levantó una enorme columna de fuego, lanzándola hacia Richard. Ronald intervino, desviando el ataque con una barrera de luz, pero Ugaldy aprovechó el momento para lanzar una ráfaga de viento que derribó a Ronald. Richard, viendo a su padre caer, sintió una oleada de furia y desesperación.

—¿¡De verdad deseas la muerte!? ¿Es que no habrá ningún acuerdo al que podamos llegar, Ugaldy?

—Definitivamente, no, ¡mátame si es que lo puedes lograr!

Richard se enervó de furia, y lanzó una mirada seria, canalizando toda su energía en una ráfaga de oscuridad.

—¡No permitiré que hagas esto!

Ugaldy levantó una mano, creando un escudo de roca, pero el ataque de Richard cargado de furia fue más fuerte, rompiendo el escudo y golpeando a Ugaldy en el pecho retrocedió, sorprendido por la fuerza del ataque.

—¡No tienes ni la más remota idea de lo que es ser consumido por las sombras, Ugaldy! —Richard acercó las palmas de sus manos y acumuló odio y rabia—. ¡Yo te enseñaré un poco de lo que se siente! —los ojos de Richard se volvieron negros, y rayos de oscuridad emergían de sus manos, rayando las paredes, y envolviendo el lugar en una espiral de viento.— ¡Deja que las sombras te consuman!

Ronald, desde el suelo, concentró su mirada a los pies de Ugaldy, arraigándolo al suelo con su magia. Ugaldy intentó desviar el ataque, pero no se pudo soltar. Recibió directamente ese ataque, el rayo entró en contacto con la armadura, el latón distribuía la energía a las gemas, se estaban sobrecargando, se les desprendió su color, volviéndolas una roca gris, provocando una explosión devastadora y estremecedora que creó un cráter en el suelo. 

De la explosión se creó un cristal blanco y casi transparente, con un brillo prismático, que Ronald tomó tan pronto lo vio emerger, era del tamaño de tres dedos, lo guardó para examinarlo más adelante.