18

790 159 186
                                    


🦁➕️

Sonrío cuando veo a Ohm caminando por el pasillo en sentido contrario, pero me ignora cuando pasa junto a mí.

Tiene esa cara.

La que pone cuando está al borde de asesinar a la primera persona que se atreva a hablarle.

Yo soy el listo en la familia, ni siquiera lo intento.

Entro en el baño, porque quiero estar solo un rato, pero veo a Nanon adentro, sentado junto al lavabo.

Sonrío porque significa compañía, hasta que noto que algo anda mal.

—¿Qué pasó? —le pregunto acercándome.

—¿Tú qué haces acá? —responde frotando sus ojos y yo entrecierro los míos.

Está disimulando.

—Saca la mano —le ordeno quitándosela y él se rinde, dejándome ver.

Suspiro pasando mis pulgares por sus lágrimas, para quitarlas.

—¿Qué pasó? —le vuelvo a preguntar y él niega con la cabeza.

—Nada, estoy bien.

—No es cierto —insisto preocupado— ¿Alguien te hizo sentir mal?

—No.

—Nanon, puedes decirme, créeme que nadie va a querer acercarse a ti, después de conocerme a mí.

Acomodo su cabello más calmado, porque sonríe.

—A ti no te gusta el conflicto, Jimmy.

—No, pero van a conseguirlo, si se meten contigo.

Sonrío, porque se ríe, y pega la cabeza en la pared.

—Nada pasó, yo solo... estoy triste.

—¿Sin razón?

—Sin razón —responde seguro.

Asiento, dando un paso atrás, y veo si traigo mi dinero conmigo.

—¿Quieres un chocolate para sentirte mejor?

—Suena bien —dice inflando sus mejillas y yo palmeo su cabecita.

—Ya te voy a comprar uno, espérate aquí.

—Sí, señor.

Mi instinto protector despierta con Nanon, porque es muy pequeño, y vulnerable.

No sabe defenderse, así que me voy a  encargar, porque es mi amigo.

No es fácil encontrar personas que te aprecien de verdad, cuando eres un león, pero Nanon es noble, es genuino con sus sentimientos, y una buena persona.

El golpe que Chimon me da, cuando pasa por mi lado, me saca de mis pensamientos.

Tengo tanto que decir sobre Chimon.

Es como si se encargara de resaltar que me odia cada vez que está cerca de mí y no puedo defenderme, porque sería incluso injusto.

Es un perro de niña, quiero peinarlo y ponerle un vestido, no golpearlo.

Nadie quiere golpear a los perros bonitos.

Eso sería malvado.

—Quítate —me dice volteándome la cara, para que me quede claro que me desprecia.

—No necesitas actuar así para llamar mi atención, Chimon.

—¿Qué?

—Si quieres que te note, puedes saludar.

Sonrío, porque me mira mal.

—Si quieres algo más, puedes comunicármelo también —agrego acercándome, y lo arrincono a la pared.

Sus ojos van a mis labios, y los sube de nuevo a mis ojos, antes de reír.

—No eres interesante, estás equivocándote —dice intentando empujarme, pero lo detengo.

Agarro su mano y la levanto, hasta la altura de mi rostro.

Disfruto de lo nervioso que se pone, cuando le doy un beso ahí, cerca de sus dedos.

—No voy a pelear contigo —le recuerdo otra vez.

Siempre siento que está buscando un conflicto que no va a pasar.

No tengo un perro en mi lista, y solo estoy esperando a que baje la guardia, para cogérmelo.

Animales || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora