Animales || Ohmnanon

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🐶

Coloco en la mesa la pizza, sacándola del horno, y me estiro para agarrar los platos.

Ibamos a cenar hoy, era el plan.

Nunca antes había preparado algo de comer para alguien, pero lo hice por él.

Son casi las dos de la mañana, ya no es una cena.

Es que no me dejaba cocinar.

Coloco los dos vasos de té helado en la mesa y sonrío, porque todo se ve bien.

Vivo solo desde que tengo memoria, este lugar solamente ha dejado de ser silencioso por Jimmy.

No sé, me agrada aunque estoy acostumbrado a estar sin compañía.

—Oye —digo acercándome a mi habitación.

Él sigue acostado.

Levanta la mirada de su teléfono y bloquea la pantalla, tirándolo a un lado, antes de pararse.

—¿Con quién hablas? —le pregunto intentando hacer que suene a que no me importa.

No me importa demasiado, de todos modos.

Nosotros no tenemos una relación.

Solo digo que sería raro que estuviera hablando con alguien más, si usa mi cama para dormir.

—¿Por qué? —pregunta sonriéndome.

Volteo sin responderle, porque realmente no tengo una razón.

No es como si me correspondiera enterarme de su vida privada.

Camino a la mesa y él se sienta, agarrando un pedazo de pizza.

Jalo yo mi plato y me mira, porque ya estoy comiendo.

—No estaba hablando con alguien —dice después de tomar del té.

Solo asiento.

No quiero obligarlo a tener que hablarme, yo sé la razón por la que duerme acá.

—Chimon.

No le respondo.

Él resopla levantándose, y lo veo caminar de vuelta a la habitación.

Regresa y coloca su celular desbloqueado, frente a mis ojos.

—Estoy investigando a Ohm —dice sentándose de nuevo— creo que le gusta alguien.

Veo en la pantalla que tiene las notas abiertas.

—¿Quieres darme tu opinión? —me pregunta comiendo de la pizza.

—Está bien.

—Nuestro sujeto de estudio es mi hermano, un narcisista violento, incapaz de aceptar que cometió un error.

—Lo conozco, no necesito esa introducción.

—Bueno —responde levantando un dedo— hoy tuvo una crisis porque "lo arruinó".

—Dices que aceptó un error.

—No había pasado desde Win, su ex novio —me explica señalando las notas que tiene sobre Win— supe al instante que hay alguien especial, otra vez.

Leo ahí, sorprendiéndome, porque no sabía que Ohm podía dejar de ser arrogante cuando alguien le gusta.

—Mi siguiente pista fue el "Pff", porque usa el "Pff" cuando me miente, es su mecanismo de defensa.

—¿Un "Pff"?

—Respondió "él no me gusta, pff".

—Sí, definitivamente suena a que le gusta.

—Y luego usó el "conocí a este chico" cuando me contaba lo que pasó, tú entenderás que no conoce gente a menudo, porque es insoportable, y la única persona a la que ha conocido en los últimos años es...

—Le gusta Nanon.

—¡Sí! —dice bajando en las notas— mira aquí, lo que escribí sobre esto.

Ya no molesta a Nanon.

Durmió con él, y Ohm nunca había dormido fuera de casa desde Win.

Pregunta por nuestra amistad, todo el tiempo.

Siempre me cuestiona, cuando ve que Nanon me escribe.

—Y lo mira en clases, siempre, al punto de ser incómodo, como si no pudiera concentrarse en nada más que él —agrego yo.

Es que ya me había dado cuenta de que había algo raro ahí.

—Bueno, entonces piensas como yo.

—¿Realmente lo crees? —le pregunto ya preocupado.

—Sí, pero no creo que vaya a decirle —me responde— Ohm nunca va a aceptar que le gusta.

—¿Por qué?

—Los leones tenemos la sangre pura, no podemos arriesgarnos a tener una descendencia de otra especie y Ohm será el sucesor de papá.

—¿Eso piensas tú también?

—No, yo no, a mí nadie va a decirme de quién tengo que enamorarme, estoy fuera de toda esa mierda, hace mucho tiempo.

Suspiro.

No está hablando de mí, Jimmy sabe que aún no ha llegado la persona que sí va a tomar en serio.

—Si Ohm no le dice, no le hará daño, ¿verdad?

—Oye, no te preocupes —responde apretando mi mejilla derecha— no va a hacerle daño, te lo prometo.

Asiento aún pensando y él suspira.

—Chimon.

—¿Sí?

Agarra su teléfono y teclea antes de ponerlo de nuevo a mi lado.

Pone mi dedo en la pantalla y sonríe, cuando termina.

—Tiene tu huella ahora.

—No lo necesito —respondo negando con la cabeza, pero mi corazón está saltando.

Maldición, si estoy feliz.

—Sé que solo tenemos sexo, pero creo que es importante que sea exclusivo —me dice mirándome a los ojos— no necesitas ahuyentar a las personas interesadas en mí.

—¿Yo? —pregunto metiendo pizza en mi boca.

—Ya tengo todo lo que quiero acá, créeme, no voy a voltear a mirar a alguien más.