Animales || Ohmnanon

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Mi vida siempre ha sido una constante lucha de dos lados.

Puedo odiar la idea de gobernar este lugar, pero me nutre el ego saber que tengo la posibilidad de estar por encima de todos.

Odio la violenta crianza que papá nos dio, pero amo escucharlo decir que está orgulloso de mí.

No me gusta entrenar cada día más duro, pero es adictivo demostrarme a mí mismo que podría ganarle físicamente a cualquiera.

Me agrada un ratón, pero me agrada también pertenecer a una especie que está en la punta de la cadena alimenticia.

Estoy enamorado de él, pero no estoy listo para mostrarlo, porque me avergüenza.

Mi estatus social me enorgullece, y estoy acostumbrado a las comodidades que tenemos acá.

Quizás después de todo, si tengo en mi vida cosas superficiales que quiero.

Quizás no estoy preparado para perder cada privilegio que me he ganado.

Antes, me gustaba pensar en que yo sería "el otro hermano" al crecer.

Si Jimmy hubiera asumido sus responsabilidades, yo aún lo tendría todo, sin tener que cargar con el peso de la sucesión.

Si Jimmy ocupara el lugar de mi padre, yo sería el hermano menos importante, y nadie tendría los ojos en mí.

Si Jimmy gobernara, yo no tendría que trabajar.

Si Jimmy entrenara, yo podría dormir.

Si Jimmy le diera a mi padre el orgullo de una descendencia pura, yo no necesitaría hacerlo.

Entiendo la razón por la que no quiere hacerlo.

Cuando suena el despertador, él abre los ojos y se asusta al verme sentado en el sillón junto a su cama.

Es que estaba esperando.

—Ya estarás contento por lo que ocasionaste —le digo enojado.

—Disculpa, ¿qué?

—Me obligaste a ir por Nanon.

—¿Te obligué a qué? —me pregunta sentándose.

—Por tu culpa fui caminando a su casa en medio de la lluvia y le pedí hablar.

—¿Es porque no he terminado de despertar o lo que dices no tiene sentido?

—Le di dos besos, Jimmy, debería darte vergüenza.

Él suspira porque cruzo los brazos y ladea la cabeza, frotando sus ojos.

Debería agradecer que no lo levanté antes.

—Disculpa, ¿tú no duermes?

—Intenté —respondo sinceramente— pero no podía porque quería verlo, tú no debiste contarme que le gusto, así que te responsabilizo de esto.

—Espera, quiero confirmar si estoy entendiendo —dice pausándome— ¿fuiste a hacer una declaración de amor, mientras yo dormía?

—Declaración es demasiado, solo lo besé.

—Comunicarle lo que te pasa con él no es demasiado, es lo mínimo —responde tirándome una almohada.

—Es que no he tomado decisiones aún.

—Voy a repetirlo, no es justo para él que vayas a buscarlo, sin estar seguro de lo que vas a hacer, Ohm.

—No puedo estar lejos, no logro controlarlo —le explico golpeándome a mí mismo con la misma almohada— y necesitaba hacerlo, así que no me arrepiento.

Él se levanta y camina a mi lado, mirándome mal.

—He estado sentado acá pensando en él desde que volví —le confieso bajando la mirada— ¿Y sabes qué?

—¿Qué?

—Quiero hacerlo otra vez, porque lo disfruté.

Cuando me acuerdo siento un cosquilleo nuevo en mi cuerpo, que no había experimentado antes.

Es amor, supongo.

No sé como permití que esto se volviera así de grande.

Sé que es egoísta, el hecho de querer tenerlo todo, sin renunciar a algo.

Jimmy va a hablar, pero la puerta se abre, y papá entra.

Mi hermano se tensa en el momento, pero no creo que haya escuchado, porque me sonríe.

Sí, creo que no estoy listo para dejarlo todo atrás solo por un chico, pero tampoco voy a soltarlo a él.