Animales || Ohmnanon

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🦁➕️

No he tenido clases con Ohm en el día, y noto al salir, para ir a casa con él, que lleva puesta una camiseta que no es suya.

—¿Qué dijo papá? —me pregunta apenas me acerco y lo miro confundido.

—¿Sobre qué?

—Me cubriste, ¿verdad?

Mi cerebro está funcionando poco aún, porque no dormí bien.

—¿Cuándo?

—Anoche —responde caminando a mi lado— es que me dormí en casa de Nanon.

Cierro los ojos, porque ya siento venir todo lo que va a decirme papá.

—Estabamos haciendo un trabajo y...

—Cállate —le digo mirándolo mal y él hace un puchero.

—Sé que debí avisarte, lo siento.

Camino más rápido, pensando en lo que voy a decir.

—No fui a dormir tampoco.

—¿Qué? —pregunta rodeándome— ¿Dónde estabas?

—No es tu problema —suelto ya de malas, hablando entre dientes— nada es tu problema, en realidad.

—¿No lo es?

—Nunca lo es, solo ve a tu habitación cuando lleguemos, el sermón es para mí, porque soy tu niñero.

—Ya he dicho que lo siento, Jimmy, realmente no fue intencional.

—Está bien, no me molestes más, estoy pensando.

—¿Estás enojado?

—Sí —respondo deteniéndome— no eres un niño ya, no sé porqué tengo que ser responsable de ti.

—No tienes que serlo, yo voy a decirle a papá lo que pasó, fue solo una noche.

—Tenías que entrenar, no le pediste permiso, ¿verdad?

—A veces no quiero entrenar —dice más alto— y tengo que hacerlo todos los días.

—¿Crees que es mi idea? —le pregunto enojado— ¿Yo tengo la culpa de que necesites prepararte para la sucesión?

—No.

—Tienes un comportamiento de mierda, tu rendimiento académico es una vergüenza, y no alcanzas el nivel que él quiere en el entrenamiento.

—¡Estoy cansado!

—¡Él me regaña a mí como si yo fuera tú! —grito empujándolo— ¡Yo sigo viviendo en esa casa por ti!

—¿Y qué debería hacer? —me pregunta empujándome de vuelta— ¿Negarme a la sucesión como tú?

—Yo no decidí dejar la sucesión, papá me quitó lo que me corresponde para dártelo a ti.

—¡Yo no quiero la puta sucesión, Jimmy!

Paso las manos por mi cabello, y ėl resopla, desviando la mirada.

—Lo siento —dice acercándose— no me gusta que te regañe por las cosas que hago yo.

—No le digas lo que pasó, yo me voy a encargar.

—Pero...

—Oye —digo sacudiendo su cabello y él hace un puchero, otra vez— perdón, no es tu culpa, no estoy enojado contigo, me enoja la situación, yo voy a hablar con él, solo ve a tu habitación.

Cuando entramos en la casa, él va a las escaleras, porque se lo ordeno con la mirada y yo camino lento a la oficina de papá.

Apenas me acerco me golpea fuerte en la cara, y bajo la cabeza, intentando respirar.

—¿A dónde se fueron? —me pregunta empujándome— ¿A una fiesta? ¿A pasear?

—Papá...

—No quiero que Ohm sea un fracasado como tú —dice interrumpiéndome— haz lo que quieras con la vida de mierda que tienes, pero no te lo lleves por el mismo camino, porque él si será alguien.

—Lo siento, no va a pasar otra vez.

—No puedes hacer nada bien —agrega regresando a sentarse— estoy cansado de vivir avergonzado por tu existencia, lo mínimo que puedes hacer es encargarte de que tu hermano no sea como tú.

Ignoro el nudo en mi garganta y me disculpo de nuevo, jugando con mis dedos, porque tengo las manos temblando, como siempre que tengo que escucharlo.