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🐶

Odio despertar temprano un sábado.

No tengo nada que hacer hoy, mi organismo no me sirve.

Todos los días dentro de la semana sufro para ir a estudiar, pero hoy he abierto los ojos como un despertador.

Ya vomité, mis naúseas están matándome.

Suspiro entrando de nuevo en el chat de Jimmy, pero no ha vuelto a conectarse.

Tal vez se ha dormido, es temprano aún.

Mis dedos se mueven a su perfil y entro en los comentarios de la última foto que ha subido.

Lo admito, es habitual para mi hacerlo.

Giro los ojos al leer.

Créanme, Jimmy sabe que es guapo, no necesitan decírselo.

A veces pienso que soy algo masoquista, porque reviso también el perfil de cada persona interesada en él.

Podría escoger hablar con cualquiera ahí, y todos se ven mejor que yo.

Quizás no se ha aburrido conmigo, porque ya lo hace.

Yo le pertenezco, pero él no me pertenece a mí.

No importa cuántas veces le permita acostarse conmigo, no soy yo.

Por eso no me habla de sentimientos, por eso no me habla de una relación.

Levanto la mirada, porque la puerta suena, y es él.

Sí, le he dado una copia de mis llaves.

—Ya he tenido un día de mierda, y no es ni las 9 —dice tirando sus cosas en el sofá.

—¿Algo pasó con tu papá? —le pregunto preocupado.

—Lo mismo de siempre.

Se quita la ropa, y me hago a un lado, para que pueda entrar.

Él duerme así, solo usa un bóxer.

—¿No quieres hablar?

—No en este momento —responde cubriéndose y respira profundo, apoyándose en la almohada.

Cierra los ojos y yo hago un puchero.

Estoy acostumbrado a volverme secundario, cuando algo le ocurre.

Entiendo que no se siente bien, y le doy espacio, pero estoy llorando ahora.

En estos días me pasa, soy una bomba llena de emociones, y estoy sensible.

Cuando me ignora así, demuestra que no viene para verme.

Este espacio es seguro para él porque  quiere estar solo, no está buscándome a mí.

—¿Te hago algo de desayunar? —le pregunto limpiando mis lágrimas.

—No tengo hambre —responde girando, y ahora está dándome la espalda.

Es un mensaje claro, no quiere que moleste.

Beso su hombro para levantarme, y lo cubro bien, porque voy a salir.

—Iré a la tienda —digo levantando su ropa del piso y la tiro a la canasta— hoy voy a lavar, ¿quieres que haga el almuerzo o pedimos algo de comer en la tarde?

Necesito saber, para ver que voy a comprar.

—Puedes decidir, yo voy a dormir —responde sin ganas— gracias.

Me agacho para estar a su altura.

—Descansa —susurro besando su frente.

Estoy acostumbrado a esto, porque convivo con él.

Doy un paso afuera, para vestirme y me mareo, así que me sostengo torpemente en la mesa, tirando todo.

—¿Estás bien? —me pregunta acercándose rápido y yo asiento.

—Sí.

Toca mi rostro preocupado y yo suspiro mirando sus ojos.

Le importo.

—¿Deberíamos ver a un doctor?

—Estoy bien, Jimmy.

Solo tengo mareos ahora, son normales si tengo naúseas... he estado vomitando, mis horas de sueño aumentaron, porque estoy cansado y...

No puede ser.

Animales || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora