65

978 156 345
                                    


🐭

Ha sido una tarde difícil, pero logré que Chimon se duerma después de comer, prometiéndole que iría después, temprano en la mañana.

Me hubiera quedado a dormir ahí, pero no quiero que tenga que hacer algo que no quiere, y tengo un novio que puede ayudarme.

Grito, porque Ohm salta de la nada, sobre mí en la cama.

Quiere jugar todo el tiempo.

Sus instintos raros lo hacen querer atrapar cosas.

Eso me incluye.

—Me gruñiste —le digo intentando quitármelo de encima, porque está mordiendo mi brazo.

—No te gruñí.

—Te acabo de escuchar, Ohm.

—Oíste mal —responde hundiendo más sus dientes.

—Amor, me duele —le aviso quejándome y me mira asustado.

Sonrío, porque empieza a lamerme.

—Perdón, no salgo a cazar hace tiempo, y tengo mucha energía acumulada últimamente.

Supongo que olvido a veces, que Ohm es un asesino experimentado también.

Es parte de su naturaleza.

—Necesito que te quedes quieto y escuches —le digo agarrando su rostro— pon toda tu concentración en mí, porque es importante.

Él asiente lento.

—Imagina un hipotético caso en el que tuvieramos un cachorro.

—¿Quieres que tengamos un cachorro?

—Ohm, no —digo al ver que ya está moviéndose— recuérdalo, es hipotético.

Tiene déficit de atención, no quiero que se desconcentre.

—No sé que significa hipotético, amor.

—Signifca que es una suposición.

Él hace un puchero, asintiendo.

—¿Qué pensaría tu padre al respecto?

—Se enojaría —responde ladeando la cabeza— mucho.

—Por la sangre pura.

—En realidad es porque existe la posibilidad de que no sean leones —dice acomodándose a mi lado— la genética es una locura, y nos ha llevado a estar al borde de la extinción.

Atiendo a sus manos, porque las levanta.

—Tú tienes en la sangre un ADN de cientos de generaciones, y se vuelve un problema aleatorio cuando vas a reproducirte —me explica— todo se basa en probabilidades.

—Si en este hipotético caso, estuvieramos seguros de que es un león.

—Se enojaría menos —dice acostándose a mi lado.

Resoplo, mirando el techo.

—No quiero que entres en pánico —le digo girando hacia él— pero Chimon va a tener dos cachorros, y son leones, lo vi en su informe médico.

Él me mira, desconcertado.

—¿Dices que Chimon tiene una relación con mi papá?

¿Qué?

—Obvio no —respondo golpeándolo.

—Te juro que no son míos —dice más  asustado.

—Son de Jimmy, Ohm.

—¿No es hipotético? —me pregunta susurrando.

Muevo la cabeza negativamente y él se levanta.

—Nanon, hay una diferencia entre Jimmy y yo, y es el orden de nuestro nacimiento.

—¡Lo sé!

—Papá va a volverse loco.

—No va a saberlo, porque Chimon no le va a decir a Jimmy, ha decidido abortar.

—Eso es peor —dice agarrando su teléfono.

Animales || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora