Capítulo II: ¡Llegas tarde!

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...Lucas B...

Voy tarde al colegio, voy tarde al colegio.

No puedo creer que me haya quedado dormido aunque no es la primera vez que me pasa. Me duché y cambié lo más rápido que pude después de despertar luchando con mis sábanas y caer al suelo de golpe, guardé todo lo que estaba en el escritorio sin mirar siquiera en mi maleta y bajé a por el desayuno con los cordones de los zapatos a medio amarrar.

-bueno días, mamá-le dije mientras me tomaba el jugo que reposaba en la mesa del comedor-

-bueno días, Lucas-respondió desde la cocina-no olvides que debes llevar a Daniel

-¿qué?-miré a mi hermanito-pero mamá, voy tarde

-no es mi culpa-contestó-sabes que yo no puedo

-ok-me metí la tostada en la boca y cogí la maleta de Daniel-camina enano-le apresuré mientras me devoraba mi desayuno-

-aún no acabo mi cereal-me miró con el ceño levemente fruncido-

-tengo prisa-empujé su silla-muévete

-ya voy-se bajó a regañadienses-eres malo, Lucas

-la vida no es justa-reí por lo bajo-

Salimos de casa y empezamos a caminar aprisa, debo llegar rápido o no me daré el tiempo de copiar la tarea, maldita alarma, debió haber sonado y encima de todo debo llevar a Daniel, él solo me retrasa.

-Daniel, camina más rápido-le dije-

Lo tomé de la mano y aceleré el paso, debería hacerme un tanto más responsable este año, pero tampoco soy tan flojo, hay quienes en su vida presentan una tarea, Alexa por ejemplo es una de esas, va al colegio pero jamás lleva una tarea o al menos la mayor parte de las veces pero aun así saca bueno en los exámenes y pasa el año, eso demuestra que es muy lista.

Estando muy cerca de la escuela de Daniel me percaté de que ya no estaba a mi lado.

-¿y mi hermano?-miró a mi alrededor-

Pensé que me bastaba con perder las llaves o el dinero, ahora también perdí a Daniel. Genial.

-¡Daniel!-grité empezando a preocuparme-

Y entonces lo veo, está de rodillas frente a una casa unos pasos más atrás, voy a hacia donde esta y lo veo muy concentrado.

-¿qué haces?-le digo-vamos tarde

-quiero una flor-me dice-

-¿para?-pregunto, enarcando una ceja, o al menos intentándolo-

Pero se queda callado.

-¿a poco te gusta una niña?-sonrío con la intención de molestarlo-

-sí-susurra muy bajito y con las mejillas sonrojadas-

Típico de los niños pequeños *pensé*

-llévale la blanca-le aconsejo-

-a Jinett le gusta el celeste-me mira-

-pues no hay de ese color-lo miro-ya llévale esa y vámonos

-¿tú le llevas flores a la niña que te gusta?-me pregunta con esa inocencia suya-

-no creo que sea buena idea-lo tomó del brazo-ahora ya vamos

-¿cómo se llama?-vuelve a preguntar-

-no me gusta nadie-le respondo para evitar el tema-

-ooh...

Dejo a Daniel en la escuela y corro, corro o sino me darán un buen cero y no sería el primero, menos mal el colegio me queda a la vuelta. Entro en el salón y veo a Adrián en su puesto, me siento y saco rápido mis cuadernos.

-Adrián, pásame la tarea-le digo-

-¿cuál?-pregunta mirándome mientras se ríe-

Asumo que en este momento doy bastante risa.

-matemáticas-respondo casi implorándole con la mirada-

-dale-me da un cuaderno-a mí también me la han pasado

-genial-sonrió, abriendo los cuadernos-

Empecé a copiar rogando que aún no llegara la maestra, entre tanto alzaba la mirada a la puerta asegurándome de ello, en una de esas veces a la que vi entrando fue a Alexa.

Se ve bien *pensé* le sienta el negro aunque los demás piensen que es raro

-deja de mirarla-se ríe mi amigo-así no aprobarás la materia

-idiota-lo fulmino con la mirada-

-¿cuándo se te dará por hablarle?-me pregunta-

-¿quién? ¿yo?-me señalo con mi lápiz-créeme que eso no sucederá

-¿por?-levanta una ceja-

-yo soy yo-sigo copiando-y ella es Alexa

-que pesimista-me dice Adrián-

-¿quién habla?-suelto una risa burlona-tú jamás le hablas a Kiara

-sigue copiando-me dijo-ya llega la maestra

-creo que a Daniel le va mejor que a nosotros-bromeo-

-¡qué va!-ríe negando con su cabeza-¿un niño de 6 años nos gana con respecto al romance?

-con todo y flor se fue hoy a la escuela-le conté-

-¿tienes un lápiz?-escuché una voz-

Giré para encontrarme con nada más y nada menos que Alexa.

Vaya de cerca sus ojos se ven más lindos.

-claro-le di mi lápiz-

-gracias...

-de nada...

Y esa es nuestra conversación más larga hasta la fecha, muy bien Lucas.

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora