...Alexa...
Hoy ha sido un día rarísimo, es decir, ¿qué le pasa a ese tal Lucas?
Es un completo idiota, no soporto sus tonterías, su personalidad me saca de casillas pero al menos me divierto amenazándolo, es lo único bueno a favor de ese idiota. ¿Qué le hace pensar que quiero ser su amiga?, debería agradecerme que lo deje en "conocidos".
Después de haberme quedado con las ganas de golpearlo en clase de biología y de haber encontrado al dulce de su hermanito, que aunque deba admitirlo si se parecen, a pesar de que Daniel es mucho mejor que Lucas, lo cual es obvio ya que Daniel es como un bebé, me fui directo a la "oficina"
Llego a la gran mansión que queda como a una hora de viaje en auto desde el colegio, básicamente la gran oficina del segundo piso es la base de todas las operaciones de la mafia de este lugar,lo explico.
Luego de que ese infeliz matara a mamá y no tener donde ir, pasé vagando por semanas en las calles sin tener donde ir; fui a parar a un orfanato del asco que al menos me sirvió por algunos años puesto que cuando cumplí trece me fugué. Juré que encontraría a Scott, ya nunca más lo llame papá cuando logré entender lo que ocurrió, así que decidí que si quería dar con su paradero debía ser como él. Me tardé montón en encontrar a su gente pero al final lo hice y me colé en su equipo, por ahora me ahorraré detalles de eso, en resumidas cuentas ahora pertenezco a los malditos traficantes y a la podrida mafia de ese bastardo.
Aún no tengo idea de en donde se encuentra Scott pero sé que en algún momento lo sabré y cuando llegue ese momento, todas las balas de mi arma irán a parar a su cabeza.
Llego a la gran reja que da con la entrada de la mansión, saludo levemente a Adams, el guardia y entro.
-¡Kate!-escucho gritar a alguien-
Por cierto, aquí soy Kate, fuera soy Alexa.
No soy tonta, es mejor mantener las menos sospechas sobre mi.
-habla-respondo-
Sebastián se me acerca y sonríe, solo lo miro seria y le hago seña para que hable, ese chico es uno de mis "jefes", es muy risueño para estar en la mafia pero cuando se trata de matar no tiene piedad, su pasado no es nada bonito, el de nadie en este lugar en realidad.
-hoy a las 23:30-me dice-diez calles más abajo de aquí
-¿cuántos?-cuestiono sin real interés-
-tú, yo y Brianna-me mira-los otros en los alrededores
-¿quién es esta vez?-fruncí el ceño-la última vez no tomaron precauciones y casi nos la hacen
-lo sé-hizo una mueca-es solo recuperar una mercancía, matar a una que otra persona y luego te podrás ir a dormir
-eso espero-le digo-
-pareces mi jefa-ríe divertido-
-debería serlo-levanto una ceja-¿No lo piensas?
-sigue intentando-sonríe-vamos, te llevas lo que necesites y nos encontramos donde siempre
Bajamos al sótano desde donde operaba la mayor parte de nuestro sofisticado equipo, Sebástian toma unas cuantas armas y se las guarda, yo tomo dos calibre 42 y municiones, eso me basta según la situación a la que vamos. Guardé todo en mi mochila y me disponía a irme, debo hacer la maldita tarea aunque sé que no la haré al final.
-listo-me coloco la mochila-hasta la noche
-espera-me dice Sebastián-¿qué tal el colegio?
-nada Sebastián-respondo-la misma basura de siempre
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La chica de cristal
Teen FictionA veces perdemos el rumbo, quedamos confundidos y perdidos. Olvidamos quienes somos y de donde partimos. Nos tiramos al camino de la vida sin saber si quiera a donde parar. Y es cuando encontramos junto a quien caminar. Alexa deberá aprender que la...