Capítulo XXXVI: ¡Vaya noche!

2.2K 167 12
                                    

...Lucas...

Después de hacer que mamá se fuera a descansar me quedé en la cocina preparando la cena.

La verdad estoy preocupado por mañana, no tengo ganas de ver ni hablar con Dan pero, se lo prometí a mamá y supongo que es la única forma de que todos estén bien. Claro, todos menos yo.

Hice la comida favorita de Daniel, puré, pollo y algunas papas fritas y luego subí a su habitación; antes que todo debo hablar con él. Daniel no sabe la verdad, él no sabe lo que sucedió con Dan, mamá simplemente le dijo que su padre se fue porque debía trabajar fuera y que luego volvería por él, por nosotros; yo nunca estuve de acuerdo con que le mintiera pero mamá dijo que era lo mejor para Daniel así que jamás dije nada.

Supongo que tendré que seguirle mintiendo por "su bien", espero que cuando crezca y se entere no se enoje por haberle ocultado esto.

-Dani-toqué la puerta de su habitación-

Me dijo que pasara así que la abrí y lo encontré sentado en su cama viendo Winnie Pooh.

-¿Qué pasa, Lucas?-me miró-

-tengo que hablar contigo-me senté a su lado-

-¿Qué pasó?-me preguntó-me asustas cuando me dices eso

Sonreí ligeramente y revolví su cabello.

-mañana te llevaré a conocer a alguien-le dije-

-¿A quién?-sonrió emocionado-¿al fin iremos al parque para hablar con Winnie Pooh?

Negué con la cabeza y su sonrisa se esfumó. Daniel tiene una ligera obsesión con ese oso y el otro día que vio a "Winnie pooh" que en realidad era un hombre disfrazado, no pudo hablar con él y se puso a llorar. A veces pienso que igual y es demasiado ingenuo para su edad.

-¿entonces?-volvió a preguntar-

-pues a nuestro...-suspiré-a papá

Como me saben mal esas palabras.

-¿papá?-me miró confundido-¿ya regresó de su viaje?

-eso creo-hice una mueca-mañana te llevará a comer helado

-¿tú no irás?-frunció el ceño-

-sólo los acompañaré-le expliqué-

-está bien-me dijo y siguió viendo la tele-

Sinceramente pensé que siendo él le causaría más emoción conocer a su papá pero al parecer le importa más un oso que no existe.

-¿no estás emocionado?-le pregunté curioso-

-no-respondió-

-¿por qué?-levanté una ceja-

-yo no lo conozco-se encogió de hombros-y tú no lo quieres así que él no debe ser bueno

Me quedé callado sin saber que responder, mi hermanito me desconcierta muchas veces.

-¿De dónde has sacado eso?-cuestioné seriamente confundido-

-te escuché un día-entrecerró los ojos-se lo dijiste a Adrián

-yo tengo mis motivos-le expliqué-tú no

-no lo conozco-volvió a repetir-

Negué con la cabeza y lo abracé.

-igual debemos ir por ese helado-le dije-por mamá

-está bien-me sonrió-

-ven-apagué la televisión-vamos a comer

-¿qué hiciste?-se bajó de la cama-

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora