Capítulo LII: Es absurdo

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...Alexa...

-¿para qué quieres saberlo?-sacudió su cabeza en forma de negación-

No sé porque quiero saberlo, solo sé que necesito saberlo.

Hoy por la madrugada sentí arder todo dentro de mí, nunca había estado tan cerca de un chico, nunca había tenido esa proximidad con Lucas y la sola idea de que me pudo haber besado me trae del todo mareada. Y es que hubiese querido que algo pasara, no tengo idea de por qué pero sé que sentir que Lucas me quiere es una de mis razones para seguir sin volver a caer.

Hace unos meses yo no sabía quien era mi vecino de enfrente y mi vida estaba vacía pero, cuando él entró en mi vida lo hizo como un intruso, lo odiaba por invadir lo que era mío, por tratar de querer destruir esa barrera que yo había construido entre la realidad y mis sentimientos. Lucas dejó de ser un intruso con el paso del tiempo y ahora estoy más confundida que nunca, por eso necesito saber ¿por qué diantres intentó besarme? es decir, solo fue porque si o porque tal vez significo realmente algo para él.

-no me hagas volver a "conocidos"-le dije lo más seria que pude-solo dime

Vi que frunció ligeramente el ceño y luego me miró, dio un suspiro y lo que dijo creo que no se me va a olvidar jamás.

-porque me gustas-soltó las palabras de golpe-me gustas ¿feliz?

Sus mejillas adquirieron un color rosado que lo hacía lucir muy tierno, reprimí una sonrisa tonta después de eso y lo único que pude hacer fue mirarlo.

En esos segundos cuantas cosas no me pasaron por la cabeza.

Podría haberle dicho "eres un idiota pero probablemente también me gustas", pude solo haberle sonreído, pude incluso haberlo golpeado pero no hice nada porque simplemente no podía hacer nada, nunca aprendí a expresar mis sentimientos, no aprendí el como se sentiría decirle "te quiero" a una persona, tal vez no solo porque la vida me enseñó a ser fría sino también porque nunca hallé las palabras correctas. Yo no podría estar con Lucas solo por el simple hecho de ser yo, no podría merecer lo que él me da porque yo no podría devolvérselo.

Mi cerebro trabajó a mil por segundo luego de las palabras de Lucas y solo pude decirle lo más absurdo del mundo.

-vamos a comprar-traté de no arrastrar las palabras-tengo hambre

No me atreví a mirarlo así que empecé a caminar, no era capaz de ver lo que me dirían sus ojos, si pudiera yo recibiría ese dolor por él pero ya tengo suficiente en este momento, los pedazos que se rompieron cortan.

Caminamos hasta el bar en silencio, sin mirarnos, solo sintiendo lo pesado de este sentimiento. Compramos unas galletas y un jugo de naranja, nos sentamos en la banca más alejada del patio y nos mantuvimos en ese silencio que nos acuchillaba de a poco por dentro.

De pronto Kiara se nos acercó, ni siquiera vi de donde salió pero por primera vez agradezco verla, esto me está matando.

-¡Hola, nenes!-nos saludó-

-Hola, kiara-le dijo Lucas-

-¿Qué tal?-la saludé-

-¿qué hacen?-nos preguntó-

-nada-respondió él-¿y tú?

-tampoco-se sentó en medio de ambos-tengo un problema en la cabeza que no me da

No es que me importe pero con tal de escuchar hablar a Lucas, voy a interesarme por Kiara los 10 minutos que quedan del receso.

-¿qué es?-le pregunté-

-Adrián-frunció el ceño-¿sabías que él era el tonto que me hacía la vida de cuadritos de niños?

-ni idea de que me hablas-rodé los ojos-al grano

-lo que Kiara quiere decir-me explicó Lucas-es que conocía a Adrián desde que eran niños y ella lo odiaba pero recién hace unos días lo recordó

-suena bastante absurdo-le dije-

-como lo dice Lucas suena absurdo-se quejó Kiara-

-¿a poco no es así?-él la miró-

-tal vez-ella suspiró-

-¿cuál es el problema?-levanté una ceja-solo olvida eso y ya

-a Kiara le gusta Adrián-me aclaró Lucas-

-no me gusta-nos dijo ella-bueno...no lo sé

No eres la única que está en esas, amiga.

-le he dicho que Adrián cambió pero nada-bufó Lucas-

-bueno..-dije-Wells parece buen chico

-pues si-admitió ella-pero cuando recuerdo aquello...

-tenían doce años-le dijo él-¿qué esperabas?

-¡ya!-dijo Kiara-ya sé

-yo creo que te gusta-la miré-y no quieres admitirlo

Pero eso lo dije más por mí que por Kiara.

-que va-ella negó con la cabeza-es un buen amigo

-¡como digas!

-¡como digas!

Lucas y yo nos miramos y una sonrisa cruzó por nuestros rostros, que igual nos había salido la frase, se sintió bien, muy bien verlo sonreírme de nuevo, aunque sea por unos segundos.

-mejor ya vamos a clases-dijo Kiara-ya tocará el timbre

-dale-dijo Lucas-

Asentí y los tres caminamos hasta el salón, después de cada quién volvió a sentarse en sus asientos ya no hablé más con Lucas, no al menos en lo que restaron de las clases.

A la salida sabía que él debía ir a la escuela por su hermanito y aunque sabía que si seguía intentando descifrar lo que me pasa con él me iba a doler, no me costaba arriesgarme otra vez, igual ya había sufrido bastante en la vida, sufrir por Lucas sería lo más aceptable de todo.

-¡Lucas!-me acerqué a él-

-mande-giró a verme-

-¿te molesta si te acompaño?-le pregunté-

-no-me brindó una media sonrisa-vamos pero debo ir por Daniel

-lo sé-hice una mueca-

Caminamos en silencio, era un poco incómodo, era un poco reconfortante, era todo y nada a la vez.

-¿irás a visitar a James?-me preguntó de pronto-

-estamos construyendo nuestro lazo de hermanos-incliné la cabeza-es complicado pero bueno

-me alegra-me dijo-él parece un gran chico

-es sobre protector-arrugué la nariz-

-todos los hermanos mayores-Lucas sonrió-

-lo dices por experiencia-negué con la cabeza-

-yo cuido de muchas personas-me explicó-así que lo sé

-entiendo...

Y aunque todo esto fue un a total tontería,

a pesar de saber que estoy haciendo todo mal

esto es lo que tengo y no quiero perderlo.

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora