Capítulo LVI: Sentimientos

1.8K 153 1
                                    

...Alexa...

-empecemos-le dije-¿verdad o desafío?

Sebastián me miraba con el ceño fruncido y se negaba a responderme así que tuve que lanzarle una revista en la cabeza para que reaccionara.

-no quiero jugar-me dijo-

-¿quieres plomo en tu cuerpo?-le pregunté intentando sonar a broma-

Bufó y rodó los ojos pero al menos me respondió.

-verdad-dijo entre dientes-

-muy bien-le dije-si colaboras no te haré sufrir mucho

-ya, apura-ordenó-

-¿por qué siempre tratas mal a Brianna?-pregunté-no se vale mentir

-porque...-se quedó callado un momento-

¿qué?-levanté una ceja-

-no sé-respondió-no me caía bien y ya

-siguiente-le dije-

-me toca a mí-me miró-

-como sea-rodé los ojos-

-¿saldrías con James?-me preguntó-

-no-reí-que horror, no es mi tipo, ahora si-cambié el tema-¿cómo conociste a Brianna?

-pues..-suspiró-iba hacer uno de los trabajos que me dio Nicholas, pasé por un orfanato y me quedé allí viendo jugar a los niños, no quería trabajar. Ella estaba llorando en una esquina y alguien se le acercó, no sé quién era pero sé que le iba hacer daño...y la ayudé

-oohh..

-luego de eso la fui a visitar a menudo al orfanato-siguió contándome-y un día me dijo que quería escaparse de allí así que lo hizo, la ayudé a irse y la traje aquí

-fue algo bueno, creo-hice una mueca-

-supongo-se encogió de hombros-me toca-dijo-¿qué tal Nicholas?

-tampoco-negué-sigue sin ser mi tipo-me acomodé el cabello-me toca, ¿por qué dejaste de hablar con ella?

-¿por qué debo responderte?-me miró serio-

-porque supongo cosas-le dije-y si no me lo dices tú, me lo dirá ella, o Max o Nicholas o el demonio si hace falta, recuerda que mi arma sigue cargada

-¿de cuándo acá te interesa mi vida?-frunció el ceño-

-me intriga-le aclaré-y tengo una teoría

-¿cuál?-sonrió burlón-

-que te gusta Brianna o te gustaba-lo miré fijo y sonreí-pero que pasó algo y por eso empezaste a tratarla mal, para olvidarla

Sebastián solo sacudió su cabeza y se levantó del sofá, iba a salir de la cabaña pero no lo deje.

-¿cuál es el miedo, Brooks?-me paré-no te creía tan cobarde

-no soy cobarde-se giró a verme-pero sé cuando mantener o no las cosas

-eres orgulloso que es diferente-me crucé de brazos-¿qué pasó?

-pregúntaselo a ella-me dijo-

-¿entonces si te gustaba?-le pregunté aún incrédula-

-escuchame, Kate-su voz era bastante profunda-deja de andar preguntando tanto, ni siquiera te importa, eso es asunto mío y de ella

-ya-sonreí irónica-sólo me lo dejas más claro

-¿quieres saber?-alzó su voz molesto-¡me gustaba Brianna, me gusta Brianna! nunca dejó de gustarme y tú eres una maldita por hacerme decir esto, no sé a dónde quieres llegar pero si te hace feliz y vas a dejarme en paz, la quiero y todo lo demás es cosa mía

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora