La chica de cristal

Capítulo XXXIV: Mañana

...Lucas...

Luego de pasar tragando un chorro en la pizzería ya era hora de irnos a casa así que Kiara se fue en compañía de Adrián, y como Alexa es mi vecina, pues nos toca ir por el mismo camino.

-¿qué tal te la pasaste?-le pregunté-

-bien-respondió-¿tú?

-deberíamos hacerlo de nuevo-sugerí-

-tal vez-se encogió de hombros-

-¿Cómo van las cosas con tu hermano?-la miré de reojo-

-es increíble-sonrió-James es de lo mejor

-pero...-levanté una ceja-¿ya lo sabe? Que son hermanos

-aún no-Alexa frunció el ceño-todavía no puedo decirle

-¿por?-volví a preguntar-

-asuntos de familia-me dijo cortante-

Como me di cuenta que a Alexa le molesta mucho hablar de eso decidí cambiarle el tema, hoy hemos llevado todo como amigos, no quiero pelear con ella.

-debo ir a recoger a Daniel-le dije-¿quieres ir conmigo?

-¿por qué no?-inclinó la cabeza-

-sueles responder mucho con frases cortas-sonreí-¿por qué lo haces?

-no hay necesidad de decir más-me explicó-

-comprendo-asentí-

-tú por lo contrario-me miró-hablas demasiado

-un poco-reí-

Llegamos hasta casa de Jinett y toqué la puerta, me abrió su mamá y me dijo que Daniel y Jine estaban jugando en la sala.

-¿Daniel?-lo llamé-

-¡Lucas!-me miró sonriente-Hola

-¿Qué haces?-le pregunté-

-un dibujo para Jine-me dijo y luego miró a Alexa-Hola-le sonrió también-

-Hola Daniel-ella le devolvió la sonrisa-

Claro, pero para que a mí me sonría debo dejar que me haga bullying nivel galáctico.

-Daniel realmente es adorable-me dijo ella-

-su ADN es del bueno-reí-

-Dani, ya conseguí un crayón verde-Jine entró en la sala-

-Hola, pequeña cuñadita-le sonreí-

-Hola, Lucas-me miró-¿vienes a jugar?

-no-le respondí-ya debo llevarme a Daniel

-con que tú eres la famosa novia de Daniel-Alexa sonrió-se ven muy lindos

-¿Quién es ella?-me preguntó Jine-¿es tu novia?

-no-reí-ella está detrás de Dani

-¡No!-Jine se molestó y miró mal a Alexa-

-no seas idiota-me dijo ella-¿Cómo le dices eso?

-es broma, Alexa-sonreí-

-Daniel es mío -Jine se cruzó de brazos-

-Alexa me dijo que era adorable-le conté-

-deja de molestarla-masculló Alexa-

-¡No!-volvió a decir-

Jinett se sentó al lado de Daniel y lo abrazó.

-no digas mentiras, Lucas-Daniel me reprendió como si él fuese el mayor-a ti te gusta Alexa, a mí no, yo ya tengo novia, eres un mentiroso, mentiroso

-imbécil-me dijo Alexa-¿ves lo que haces?

-es broma Jine-me agaché y acaricié su mejilla-Daniel es tuyo

-Sí-me dijo y luego sonrió-

Luego de esperar a que Daniel se despidiera y le diera un pequeño beso a su novia nos fuimos a casa.

-eres malo Lucas-me dijo Daniel-le mentiste a Jine, eso no se hace

-ya, lo siento-le dije-

-tu hermano es un tonto, Daniel-le dijo Alexa-

-¿Alexa, te gusta Lucas?-le preguntó-

-¡Daniel!-lo miré-no preguntes esas cosas

-solo era una pregunta-él hizo puchero-

-ya deja de regañarlo, Lucas-me dijo Alexa-es sólo un niño

-eres como bipolar Alexa-levanté una ceja-

-¿por?-frunció el ceño-

-puedes ser mala con las personas-le dije-pero también muy amable

-no puedes ser igual con todas las personas-añadió con simpleza-

-¿por qué?-le cuestioné-

-no todos son buenos-me miró-no todos son como tú

-o como tú-le sonreí-

-muchas personas son como yo-negó con la cabeza-cuestión de perspectivas

-no lo creo-le dije-no eres tan mala como aparentas, me lo has demostrado, detrás de todo eso que quiere proyectar hay una chica algo rota que necesita ayuda, yo podría ayudarte si me lo permites

Pero Alexa ni me miró, ni me respondió, solo siguió caminando.

Llegamos por fin a mi casa y cuando estaba a punto de irse me miró y sus ojos azules reflejan tristeza, reflejaban aquellas cosas que aparentemente solo yo podría ver.

-ya me has ayudado bastante-me dijo pero no me dio tiempo a responder porque se fue-

No quiero hacerle daño recordándole su pasado, quiero hacerla feliz ayudándola a ver su presente. Tal vez tendrá mucho porque llorar pero, yo le daré más razones para reír.

Cuando entré a casa Daniel subió a su habitación y yo fui a la sala a ver televisión. Pero al cabo de un rato apareció mamá.

-Hola, cariño-me saludó-

-Hola, mamá-le dije-

-ya..ya..hablé con Dan-habló un tanto insegura-

-que bien-contesté sin mirarla-

-¿te parece mañana a las 15:00?-me preguntó-Dan dijo que puede pasar por ustedes a esa hora

-¿no quiere también una taza de té?-bufé molesto-

-Lucas...-me riñó sin ser severa-

Volteé a verla y se veía mal, probablemente no tuvo un buen día en el trabajo, parecía cansada y triste.

-lo siento mamá-me disculpé-a esa hora está bien

-ya sé que esto te molesta hijo...-la interrumpí-

-está bien mamá-le sonreí-no hay problema

Me tragué mi odio, mi furia, mi resentimiento.

No pienso darle más problemas a mamá hoy, ella ha hecho todo por sacarnos adelante y no estoy siendo el hijo que debería.

-¿en la heladería que les gusta?-me sonrió pero, fue una sonrisa cansada, marchita-

-sí-asentí-mamá, te ves cansada, ¿por qué no vas a tomar una ducha y a dormir?

-lo haré-me dijo-iré a preparar la cena antes

-no, mamá-la dirigí hasta los escalones-ve y descansa, yo me encargo de Daniel

-gracias, Lucas-besó mi frente-no sé que haría sin ti, hijo

Mamá subió a su habitación y di un largo suspiro.

Mañana será un largo día pero, debo ser fuerte, por mamá y por Daniel.

Prefiero que ellos estén bien a yo estarlo.

Ellos son más importantes ahora. Luego tendré tiempo de ocuparme de mí.