Capítulo XXII: Sombras

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...Lucas...

-era un película de terror-hice un esfuerzo por sonreírle-voy a lavarme la cara.

Me levanté del asiento y salí del salón en dirección a los baños-

Entré a los baños y abrí la llave agua, lavé mi cara y me quedé frente al espejo, de verdad me veo bastante mal...bastante patético. 

Ya sabía que me altero con facilidad pero nunca creí que tanto, debo controlarme un poco o me hará daño todo esto, enserio detesto las pesadillas pensé que después de que mamá se separó de papá dejaría de tenerlas e inicialmente así sucedió pero, ahora de nuevo han vuelto lo cuál es estúpido porque ya no soy un niño. 

Recuerdo que siempre tenía las mismas pesadillas, papá golpeándome o papá golpeando a mamá, era como si mi subconsciente no pudiera pensar en otra cosa, varias noches me levantaba gritando y llorando, era un completo caos y una noche a Dan le hartaron mis gritos, esa madrugada que llegó borracho y me golpeó tanto que mamá tuvo que llevarme al hospital. Desde esa noche procuraba no gritar cuando tenía pesadillas y luego ya nunca más lloré y ni grité con una, siempre que me pasaba como que dejaba de respirar y me palidecía, se quedó como una costumbre absurda.

Di un respiro y peiné mi cabello, necesito calmarme, estoy demasiado alterado por nada.

Salí de los baños y caminé de vuelta al salón, mientras pasaba por el campus me impresionó ver a Adrián platicando con Kiara, sonreían y hablaban muy animados...gran avance. El tonto al fin está haciendo las cosas bien. Casi llegando al salón me topé con Alexa.

-¿estás mejor?-me preguntó-

-sí-le dije-no es nada

-ajá-bufó-es obvio que tienes algo

-tengo sueño-le respondí-

-vaya tonto-masculló un poco molesta-

-ya se me hacía raro que no me llamaras así-sonreí de medio lado-

-como sea-rodó los ojos-Kiara dice que iremos después de clases a su casa

-ooh...-hice una mueca-entonces tendré que llevar a Daniel, gracias por avisarme

Solo asintió y entró de vuelta al salón.

El resto de las horas prácticamente volaron y como ya me sentía algo mejor hice de todo para no aburrirme y que Adrián no comenzara con su interrogatorio. 

La maestra de arte no vino así que nos pusimos a jugar, menos mal porque no hice su tarea. 

-gané de nuevo-le dije-

-eres un tramposo Blake-protestó-

-eres un asco jugando tres en raya-me burlé-

-y tú un asco mintiendo-me miró-no he olvidado que tenemos esa charla pendiente

-que pesado eres-susurré aunque sun afán de discutit-

-eres mi amigo-dijo-nos conocemos hace años, Lucas

-estoy bien, enserio-le dije-

-igual tendrás que contarme-frunció ligeramente el ceño-

-vale-suspiré-

-¿qué hacen chicos?-volteamos y nos encontramos con Kiara-

-nada-respondí-¿quieres charlar con nosotros?

-claro-sonrió y tomó asiento a mi lado-

-¿alguna anécdota interesante?-nos preguntó-

-mi vida es poco interesante-dijo Adrián-

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora