La chica de cristal

Capítulo LXXXVII: Nuestro equipo

...Alexa...

Mientras veía el esfuerzo totalmente inservible de Nicholas por retener sus lágrimas, yo estaba centrada en formar esa barrera que me había acompañado durante años, ahora no puedo decaer, no si quiero ayudar a Nicholas y los demás. Si dejo que el dolor, el miedo y la angustia me consuma terminaré volviendo al hoyo del que se supone estoy saliendo, volvería a caminar entre la niebla que opaca mi camino y con eso cierra mis sentimientos, pero justo ahora necesito reprimirme, sólo una vez más.

Caminé hacia Nicholas quien a paso lento e indeciso intentaba alejarse de el cuerpo ya sin vida de su mejor amigo, di un respiro y toqué su hombro, él se detuvo y su mirada me oprimió el pecho. Sus ojos lucían tan apagados y confundidos como si no terminaran de creer que sería la última vez que verían al chico de ojos verdes con obsesión por la malteadas. Me acerqué un poco a él y lo abracé, Nicholas me devolvió el abrazo sin pensarlo. No soy buena en eso de ayudar a las personas con consejos que les hagan sentir mejor y no me gustan mucho las muestras de afecto pero, no puedo dejar a Nicholas de esta manera.

-no debió hacerlo...-susurró-¿cierto? nosotros habríamos podido defendernos solos y Sebas seguiría aquí

-él pensó que sería lo mejor-busqué en mi cabeza algo que lo aliviara un poco-Sebastián sólo quería ayudar

-estaba herido-Nicholas dejó de abrazarme y habló con voz seria-no nos dijo

Fruncí mis labios y negué con la cabeza.

No sabía que decirle.

-lo voy a extrañar...-su tono se suavizó-era mi mejor amigo

-todos-le dije-sólo...no lo olvides pero, tampoco te atormentes con su recuerdo...

-¿atormentar?-preguntó algo confundido-

-recuérdalo con una sonrisa burlona y una malteada de chocolate-sonreí para animarlo- molestando a Max, desafiando a James o jugándome bromas, como él era...no recuerdes lo malo, créeme, te destruirá completamente y sin prisas

Como el recuerdo de mamá lo hizo conmigo.

Apenas ahora comprendo que nunca debí aferrarme a su muerte para poder salir adelante, debía aferrarme a su amor, a su manera de cuidarme para yo no morir y matar también su recuerdo.

-tienes razón-una pequeña sonrisa surco en su rostro-como cuando jugábamos play o íbamos a partidos de fútbol

-exacto-palmeé su espalda-

Entonces recordé nuestra misión.

-ahora deberíamos irnos-le sugerí-debemos...ya sabes, decirle al resto e ir a ayudarlos

-sí, está bien, vamos...

Seguimos el sendero diagonal hacia la derecha, escondiéndonos por si acaso y con nuestras armas listas si la necesitábamos. Mientras caminábamos mi transmisor empezó a dar señales, lo activé y respondí.

-Sí...-dije-aquí, A..Kate

En algún momento todos van a enterarse ¿no?

Es tedioso andarme cambiando el nombre.

-¿Dónde rayos te has metido?-escuché la voz molesta de James-¿por qué no te has comunicado?

-tuvimos algunos inconvenientes-le respondí-estoy con Nicholas

-pídele la ubicación a Nicholas-me ordenó-

Bufé ante su actitud mandona, aunque yo sabía que solo estaba preocupado.

-Nicholas, dice James que quiere nuestra ubicación-lo miré un segundo-

-hmm..-él miró a nuestro alrededor-dame un segundo