La chica de cristal

Capítulo LX: ¿Sentido común?

...Alexa...

¿No entiende la definición de parar o qué?

¿Por qué diantres hace y dice esto?

¿Por qué rayos?

Pero más importante aún. ¿Por qué siento que lo quiero cuando es así tan, tan ...tan Lucas?

Luego de esa extraña conversación nos mantuvimos en silencio, tiempo después llegamos al centro comercial, estuvimos dando vueltas por un rato hasta que me habló.

-¿te gusta el chocolate?-me preguntó-

-sí, supongo-respondí-

-¿cómo que supones?-él rió-

-depende que chocolate sea-le dije-

-¿nutella?-levantó una ceja-por favor dime si, sé normal en eso y dime que te gusta la nutella

-no-lo miré-

-¿qué?-me miró horrorizado-¿quién en su sano juicio la rechaza?

-tonto-bufé-si me gusta

-aah...ufff-me sacó la lengua-menos mal, sería un delito que no

-¿tú comes muchos dulces?-le pregunté-

-no-respondió haciendo puchero-no puedo por culpa de Daniel, siempre por culpa de él yo la tengo que pagar

-es tu hermanito-negué con la cabeza-

-lo sé perfectamente-Lucas sonrió-¿ya quieres entrar al cine?

-¿qué hora es?-intenté mirar su reloj-

-las 19:45-respondió-

-¿hasta qué hora tienes permiso, Cenicienta?-me burlé de él-

No sé porque Adrián lo llama así, en muchas ocasiones se lo he escuchado, es realmente gracioso.

-muy graciosa-hizo una mueca-yo debería decir eso

-yo me mando sola-sonreí triunfante-

-claro-rodó los ojos-bueno, igual puedo quedarme hasta tarde y por favor no me llames Cenicienta

-¿por qué Adrián te dice así?-lo miré con interés-

-porque cuido a Daniel-me respondió-no lo escuches, solo le gusta fastidiarme

-¿es como tú mejor amigo, cierto?-seguí preguntando-

-en efecto-hizo una mueca chistosa-lo conozco desde que éramos niños

-aahh...¿y cómo?

¿Por qué estoy preguntando tanto?

Bueno, al menos me mantiene distraída y así puedo conocer un poco más a Lucas. Tal vez eso sea bueno.

-nos enviaron a ambos a la dirección por romper los pinceles y no hacer la tarea-entrecerró los ojos y rió un poco-nos sentaron a ambos y solo empezamos a hablar

-hmm...

-¿te aburro, cierto?-me preguntó-

-no-fruncí el ceño-pero prefiero solo escuchar que hablar

-ya veo-levantó ambas cejas-¿sabes? ahora que lo pienso, nos conocemos realmente poco

-cierto-asentí-no es necesario conocernos más

-¿por qué?-me preguntó-

-ya sabes demasiado-afirmé-

-que macabro lo haces sonar-él rió-