Capítulo XXIII: ¿James?

2.3K 182 17
                                    

...Alexa...

Terminamos el odioso trabajo de biología y al fin era hora de irnos a casa.

Me disponía ya a retirarme cuando vi a Lucas afuera también yéndose, llevaba a su hermanito en sus brazos porque se había quedado dormido; se ven realmente adorables y como vamos por el mismo camino no creo que haga daño que los acompañe...alguien debe cuidarlos ¿No?, debo devolverle el favor a Lucas.

-¿puedo acompañarte?-le pregunté-

-claro-me sonrió-pero vamos rápido, Daniel pesa

-flojo-rodé los ojos-

-es natural en mí-rió-

Bueno al menos ahora está un poco más alegre.

Hoy lo he visto tan diferente, muy apagado, confundido, molesto, incluso triste. Él no es así, si algo he aprendido en el tiempo que llevamos hablándonos es que Lucas siempre es positivo, alegre y soñador, no me explico su comportamiento de hoy.

En realidad me dejó preocupada...bueno no preocupada, yo no tengo que preocuparme por él; pero me dio intriga cuando en recreo se durmió y tuvo esa pesadilla. Estoy segura que escuché que decía que no lo golpeen y eso de alguna manera me asustó, ¿Quién quisiera lastimarlo?

-¿y a tí que te dio?-me preguntó de repente con una sonrisa tonta-

-¿Qué?-lo miré confundida-

-hoy has estado amable-me explicó-

-si quieres te puedo golpear otra vez-le digo-

-ya, vale-ríe-me gusta más así

-no te acostumbres-lo miro fingiendo molestia-

-y yo que ya había planeado invitarte a mi fiesta de cumpleaños-me dice divertido-

-¿cumpleaños?-levanté una ceja en su dirección-

-falta un motón-me dice-solo quería ponerte a prueba

-idiota-niego con la cabeza-igual no iría

-¿quién sabe?-suelta de forma sugerente-

Solo bufé y seguimos caminando.

De pronto me llega un mensaje al móvil pues este no para de vibrar en mi bolsillo.

Sebastián:

Kateee 😣😣😣

Ven, tenemos trabajo. Bueno en realidad no, es decir, algo así 😞

Solo ven y por favor tráeme una malteada.

Recibido 18: 23

Genial, ¿ahora qué?

Mas vale que el inútil de Sebastián no me haga el chiste de la otra vez, de mandarme a llamar para nada.

-hablamos-le dije a Lucas antes de cambiar de dirección-

-¿dónde vas?-me preguntó-

-tengo cosas que hacer-respondí con simpleza-

-si quieres te acompaño y así no vas sola-se ofreció-

-no, gracias-me negué-además Daniel está dormido y yo sé cuidarme sola, dudo que me ayudes en algo

-entendido-rió-deberías ser un poco más sutil al decir las cosas

-tú deberías dejar de ser tan fantasioso-mascullé algo molesta-

-lo intento-hizo una mueca-

-pues no te funciona-le lancé una última mirada y me fui-

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora