Capítulo XLIX: "Cenicienta"

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...Lucas...

Adrián se quedó a cenar así que tuve que hacer un plato de más para la cena.

Fue una tortura dejarlo comer en casa, me paso llamando "Cenicienta" toda la maldita tarde, como si los hombres no pudiéramos hacer las cosas de casa también. No le dije que Kiara me habló porque no quería ponerlo mal así que me lo guardé para luego.

-gracias, hermano-me dijo-cocinas muy bien para ser tú-rió-

-sí, sí-bufé-no empieces

-ya terminé, Lucas-me dijo Daniel-

-a por tu pijama y lavarse los dientas-le dije-

-¿y me pones la película de Winnie Pooh?-me preguntó con una sonrisita-

-vale-lo miré-anda

Daniel subió las escaleras y yo seguí recogiendo los platos para lavarlos.

-enserio que haces de todo, principito de Disney-me dijo Adrián-la chica que se case contigo, uufff que suertuda

-ya-hice una mueca-alguien debe cuidar a Daniel y mamá solo pasa trabajando

-por eso deberías ser Miss Universo-se burló-

-sé que soy guapo y tengo un cuerpo envidiable pero no es para tanto-sonreí burlón-

-disculpe "diva"-rió-creo que debo sacar cita para hablarle a la "princesa"

-claro-le dije-no creas que mantener este cuerpo no cuesta

-¿donde te haces el cabello?-me preguntó-

-estilista personal-le conté-Daniel

Y luego de eso soltamos fuertes carcajadas durante varios minutos, estaba rojo de tanto reír.

-imbécil-le dije-

-ya, ya-Adrián seguía riendo-fue tan gracioso

-eres gay, eso es lo que pasa-le dije-

-sí, claro-bufó-

Luego de esa escena bastante extraña, Adrián se fue a su casa y yo subí a ducharme. Después de quedarme un buen "cantando" una melodía que había escuchado en la tarde, salí, me puse una camisa celeste, una pantaloneta negra, me sequé el cabello y me tiré a la cama.

Me acosté un rato simplemente a descansar y ya luego se me ocurrió ponerme a ver una película así que bajé a la sala a buscar algo de terror para pasar la noche.

Bajé las escaleras y mientras buscaba la película en los estantes del televisor, escuché como alguien introducía la llave en la puerta principal. No fui a ver porque ya me suponía quien era, 2 minutos después mi madre estaba parada frente a mí.

-Buenas noches, mamá-le dije mirando el reloj-

Hoy ha llegado más tarde de lo normal.

-Buenas noches, hijo-me sonrió cálidamente-

Caminó hacia a mí a pasos cansados, dejó su saco en el sofá y besó mi frente.

-¿ya comieron?-me preguntó-

-sí, mamá-respondí-

-¿lavaste los trastos?-me miró-

-sí-le dije-y limpié la cocina

-¿y Daniel?-miró hacia arriba-

-bañado y en su habitación viendo Winnie Pooh

-¿por qué no está dormido?-preguntó extrañada-

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora