...Lucas....
Llegué a casa y subí a la habitación de Daniel.
Le coloqué su pijama y lo acosté en su cama, tal vez luego se despierte a comer.
Entré en mi habitación, me di un buen baño, me puse una camisa blanca y una pantaloneta negra. Encendí mi laptop y me puse hacer una tarea de historia que tenía pendiente, al cabo de media hora Daniel toca la puerta de mi cuarto.
-¿qué pasa enano?-lo miro-¿terminaste de dormir?
-tengo hambre-me dijo tras dar un bostezo-
-¿te duchaste?-le pregunto-
-aún no-pasa la mano por sus ojos-
-ve a ducharte-señalé hacia su habitación-yo voy a cocinar
-está bien-me sonríe y luego se va-
Cierro la laptop y bajo a la cocina.
Saqué algunos fideos y condimentos pero luego los volví a guardar, necesito algo que me suba el ánimo así que mejor preparo unas hamburguesas, sé que Daniel estará feliz.
Enciendo la radio de la sala y me puse hacer nuestra para nada nutritiva merienda.
-¡Lucas!-escuché la voz de Daniel-
-en la cocina enano-le grité-
Escuché sus pasos hasta que entró y se sentó en uno de los bancos del mesón.
-¿qué harás de comida?-me preguntó-
-hecha un vistazo-le dije-
Se asomó por encima del mesón y una sonrisa se formó en su rostro dejando ver sus pequeños houyelos.
-¡Hamburguesa!
-así es enano-reí-cálmate
-¿y si mamá nos castiga?-me pregunta con el ceño fruncido-
-no hará nada-le sonrío-anda y saca los platos
-está bien-arruga la nariz con una sonrisita-
Mientras comíamos escuché la puerta abrirse, asumo que mamá ya llegó.
-Hola niños-nos dice al entrar a la cocina-
-Hola mami-le dice Daniel-
Yo solo la miro e inclino la cabeza en forma de saludo.
-¿eso es...-ella entrecierra los ojos-...hamburguesa?
-sí-respondo-
-eso no es una merienda, Lucas-me reprime-no al menos entre semana
-yo soy el que cocino-la miré con cierta molestia-y sólo ha sido una vez, no exageres mamá
-no retes a Lucas-le dijo Daniel sonando demasiado serio-no puedes hacer eso
-está bien, niños-mamá suspiró-pero...-me miró- debo hablar contigo, hijo
-okay...
-Daniel, sube a tu habitación por favor-le ordenó mamá-
-no quiero-se cruzó de brazos-quiero ir con Lucas
Sonreí y luego miré a mi hermanito.
-Dani creo que ya están dando tu programa-le dije-¿por qué no vas a ver enano?
-¡es cierto!-me sonrió y corrió a su habitación-
-Vaya...-ella volvió a suspirar-me impresiona cuanto conoces a Daniel
ESTÁS LEYENDO
La chica de cristal
Teen FictionA veces perdemos el rumbo, quedamos confundidos y perdidos. Olvidamos quienes somos y de donde partimos. Nos tiramos al camino de la vida sin saber si quiera a donde parar. Y es cuando encontramos junto a quien caminar. Alexa deberá aprender que la...