...Lucas...
Adrián se fue a su casa y yo llegué a la mía. Tuve que cargar al cabeza de algodón de azúcar todo el camino porque se sentía mal, espero que no sea nada.
Cuando llegué a casa, mandé a Daniel a darse una ducha pues estaba hecho un desastre y en lo que él se duchaba, bajé hacer el almuerzo.
-Lucas-escuché su voz-
-dime enano...-respondí-
Daniel entró en la cocina y se sentó en uno de los bancos, le serví un poco de jugo de naranja y lo miré.
-¿estás mejor?-le pregunté-
-sí-me dijo-pero me duele aquí-señaló su brazo derecho-
-te peleaste-rodé los ojos-es normal
-pero me duele-se quejó-
-no soy brujo-le dije-tendrás que esperar a que se te pase
Seguí sirviendo el sencillo almuerzo que preparé y puedo percatarme que Daniel estaba bastante cabizbajo.
-¿a ti que te pasa?-me arrimé en el mesón-
-tengo sueño-me dijo-
-pero tú no duermes por la tarde-fruncí el ceño-
-tengo hambre-dijo esta vez-
Levanté una ceja y me quedé observándolo.
-tengo hambre-volvió a decir con un tono algo fastidiado-
Le di su plato y luego de que acabó se fue a la sala a ver televisión.
-¿Qué le dio?-me cuestioné-
Lavé los trastes y fui a darme una ducha, bajé de nuevo a ver a mi hermano que estaba jugando con sus carritos en el piso.
-¿te sientes mejor?-lo miré-
-ven a jugar conmigo-me pidió mostrándome sus juguetes-
-tengo tarea. enano-le dije-y tú también
-pero quiero jugar-hizo puchero-
-luego, Dani-le expliqué-
-¡Quiero jugar!-volvió a decir y se sin más empezó a llorar-
-joder-maldije por lo baje-assh.. seguro tienes fiebre
¿Cómo lo sé? la actitud de Daniel es bastante fastidiosa cuando la tiene, me acerqué a él y toqué su frente, en efecto, estaba hirviendo, literalmente, lo cargué hasta su habitación y le saqué su camisa de los power rangers, busqué compresas de agua y se las puse en lo que encontraba termómetro.
-abre la boca-le dije-
Daniel obedeció y di un suspiro.
-auch-miré el termómetro-38 grados
-tengo sueño-murmuró-
-es normal-le dije-duérmete yo voy por algo a la farmacia, no te levantes, no camines, no grites
Él asintió y yo salí corriendo para comprar algo que le quitara esa fiebre.
Pero ¿Qué compro?
Abrí la puerta y empecé a caminar cuando me topo con Alexa.
-Hola-le digo-
-Lucas-me dice ella-
-¿recién llegando?-le pregunto-
-sí-asiente-
-ooh...bien-le digo-bueno debo irme, llevo prisa
-claro
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La chica de cristal
Teen FictionA veces perdemos el rumbo, quedamos confundidos y perdidos. Olvidamos quienes somos y de donde partimos. Nos tiramos al camino de la vida sin saber si quiera a donde parar. Y es cuando encontramos junto a quien caminar. Alexa deberá aprender que la...