La chica de cristal

Capítulo XXVII: Días fatales

...Lucas....

Regresamos al salón y estábamos en clase de Historia, toqué la puerta y el maestro abrió.

-señor Blake-me miró serio-señorita Hall-miró a Alexa-¿a qué debo el honor de que aparezcan en mi clase?

-lo siento-me disculpé-tuve un problema

-¿y usted señorita Hall?-preguntó el maestro-

-prefiero contar mariposas que escuchar su clase-le respondió esta con simpleza-

-entren rápido-nos dijo molesto-

Me senté y miré a Adrián, estaba "concentrado en la clase" pero sé que en realidad me está ignorando.

-¡Hey Adrián!-susurré-

Pero no me respondió.

Bien, este quiere que le pida perdón de rodillas.

-Adrián, hermano-le insistí-

-no la friegues Lucas-masculló molesto-

-ya discúlpame-le dije-

-no era necesario que me gritaras, idiota-me dijo sin mirarme-entendía con un "ahora no Adrián, después te cuento"

-vale-suspiré-discúlpame

-¿me queda de otra?-me miró-

-puedo ponerme de rodillas si quieres-le sonreí burlón-

-sería genial-rió por lo bajo-

-ni en tus sueños-lo golpeé-

-algún día lo harás-me miró-

-si señor todo poderoso Wells-reí-

-¡Señor Blake, Señor Wells!-nos reprendió el maestro-

Nos encogimos de hombros y agachamos la cabeza.

-ya que están tan interesados-nos dijo-pasen al frente y explíquenles a sus compañeros el resto de la clase 

Adrián y yo nos miramos sin decir nada.

Rayos, este día ha comenzado fatal.

-los espero, señores-el maestro se cruzó de brazos-

Me paré y caminé al frente, detrás de mí, Adrián.

-¿qué estaba diciendo?-me susurró mi amigo-

-ni idea-le dije-

-hmm...-miré a mis compañeros-

Vamos Lucas, piensa.

-¿quién puede decirnos de qué hablaba el profesor?-preguntó Adrián-

-¿es enserio?-volteé a verlo-eres un idiota

-ya, cálmate-me dijo-

-crisis de 1929-nos dijo Kiara-adelante Mr. Wells-sonrió-

-gracias-dijo este un poco sonrojado-

¿Por qué tengo amigos así?

-bueno...-junté mis manos y miré a la pizarra-¿alguien tiene un marcador?

-en el escritorio, genio-se burló Alexa-

-vale-negué con la cabeza-

-¿qué vas hacer?-me preguntó Adrián-

-a improvisar-lo miré-no queda de otra

-te escucho-asintió-

-ya señores-el maestro nos miró y alzó una ceja-no tengo todo su tiempo