Capítulo XLIII: Esta no soy yo

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...Alexa...

Todos nos detuvimos frente a una vieja y desgastada cabaña, era pequeña y algo rústica, con los pisos y paredes de madera, completamente cubierta de polvo y algunas telarañas, rodeada de flores marchitas y un césped amarillento y seco, no era un paisaje precisamente agradable pero a James parecía hacerle mucha ilusión pues sus ojos azules brillaban como nunca los había visto y sus labios estaban marcados por esa sonrisa única que él tiene.

-¿qué rayos es este lugar?-dijo Sebastián-es espantoso

Entonces el rostro de James cambió completamente y su ceño se frunció ligeramente.

-miren...-James empezó a hablar-yo no quiero involucrarnos en nada de lo que luego puedan arrepentirse, si los traje aquí es porque debo hablar con ustedes de un tema sumamente importante pero, nadie está obligado a quedarse si no quieren pues...esto no está dentro de su "contrato"

Nos miramos entre nosotros sin decir nada.

No entiendo por qué James nos trajo aquí o que es lo que nos dirá pero, acaba de preocuparme como no tiene idea, solo espero que no sea nada malo.

-perfecto-dijo Sebastián-entonces puedo irme ¿cierto?

-no te irás-Brianna lo miró-

-¿Quién lo dice?-él levantó una ceja-

-por favor, Sebas-le pidió ella de una manera muy...¿dulce?-

Sebastián solo desvió la mirada y no dijo nada.

James nos miró y caminó hasta la puerta de la cabaña, la abrió con cuidado y una nube de polvo se levantó, él tosió un poco y luego nos miró.

-esto no es parte del trabajo-nos miró-es algo más personal, entiendo si quieren irse

-no seas tonto-le dije-solo deja de preocuparnos y habla rápido

-siempre impaciente, Kate-él sonrió-pasen todos

Entramos y cada quien se acomodó donde pudo.

Yo me situé en una esquina junto a la chimenea, Max y Brianna tomaron unos pequeños bancos de madera y se sentaron cerca de mí, Nicholas y Sebastián se arrimaron a una de las paredes próximas a la habitación continua, James por su parte se paró en el medio de la sala.

-bien...-nos miró-supongo que quieren saber qué diablos tengo que decirles, créanme que yo también quisiera saberlo pero, haré un intento

-James...-levanté una ceja-habla

-creo que Scott nos traiciona-nos dijo

-¡¿Qué?!-soltamos todos sin pensar-

-¿Cómo que nos traiciona?-preguntó Nicholas-

-él es el jefe, eso no tiene sentido-dijo Max-

-esto es una estupidez-masculló Sebastián-

-deberíamos escuchar a James-aconsejó Brianna-

Y de todos, creo que yo era la única que le creía a James porque sólo 6 años viviendo con ese infeliz me bastaron para saber lo ruin y malicioso que puede ser. Alguien que mata a sangre fría a su esposa y que estuvo a punto de hacerlo con su hija es capaz de cualquier cosa, y creo que James se ha dado cuenta.

-esto es serio-dijo James con voz firme-

-explícate, por favor-le dije tratando de parecer tranquila-

-la misión que llevamos a cabo no hace mucho-empezó a hablar-en la que Brooks salió herido, fue saboteada. Se me hizo demasiado raro que el bando de Jack supiera que estaríamos allí

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora