Capítulo VIII: "Cuentos de hadas"

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...Lucas...

Me desperté debido a unos ruidos extraños provenientes de la calle, siendo de madrugada creo ya suponer que esos ruidos tienen nombre. Había dicho que tengo sueño ligero ¿No? bueno igual creo que es obvio.

Restriego mis ojos y me levanto para asomarme por la ventana. Allí está ella, llegando como si nada a su casa, pateando piedras, con la mirada perdida en la nada. Y es que debo decirlo, Alexa parece detestarme aunque yo no le haga nada y siempre me hace sentir de lo peor aunque intente decir que no pero me gustaría poder hablar con ella, mantener una conversación de dos amigos.

Ella es hermosa, no puedo decir que no, y sé que no es mala. Jamás la culparía por tratarme como lo hace porque creo que ella se siente peor que yo ¿cómo lo sé?, ni idea pero no creo que a Alexa le guste estar sola porque sí, hay algo que se lo impide, por eso sé que no es mala, probablemente solo está dolida.

La veo sentarse en la acera frente a su casa, tiene la mira fija en el suelo.

Y ya sé que es una locura salir de casa a las tres de la madrugada pero yo no suelo aprender bien las lecciones.

Me coloco una chamarra y bajo despacio las escaleras, abro la puerta con sumo cuidado y cuando salgo la brisa choca contra mi rostro.

No pensé que hiciera tanto frío *pensé*

Meto las manos en los bolsillos de la chamarra y cruzo la calle.

-hola-susurro un tanto alto-

Alexa levanta la mirada y se queda viéndome un instante.

Me encantan sus ojos *pienso* tan azules sin embargo ... ¿Alguien más notará que les falta ese brillo de vida?

-¿no deberías esta dormido?-pregunta simplemente-

-sueño ligero-hago una mueca-tú no eras nada sigilosa

Ella solo asiente y aparta su mirada.

-¿puedo sentarme?-pregunto algo tímido-

-haya tú-responde-

Doy un suspiro y estoy tentado a irme, ya entendí que me detesta, a todo el mundo si no me equivoco, creo que está claro pero no sé porque siento que debo hablarle, intentar ser su amigo. Ya sé que no hace más que ignorarme pero quizá solo necesito ganar su confianza.

Me siento a su lado y estamos en silencio por bastante rato hasta que decido hacerle algún tipo de conversa.

-te ha caído muy bien Daniel-le digo-

-es un lindo niño-me dice-

-Alexa, ¿puedo preguntarte algo?-la miro de reojo-

-¿qué?-mete las manos en los bolsillos de su chaqueta-

-¿siempre eres así?-digo pensar-

Ella me mira y levanta una ceja, no despega sus ojos azules de mí y me pone nervioso. Bajo la mirada y ella sigue sin responder.

-sí-dice después de un rato-

-¿por qué?-pregunto-

Alexa frunce el ceño pero luego relaja su expresión.

-la vida no es un estúpido cuento de hadas, Lucas-me dice con un tono de voz "fuerte" pero noto lo desesperado y herido de su voz-la vida no es un maldito cuento con final feliz

-la vida no es un cuento-razono-pero puede tener finales felices

-tú no sabes nada-me mira con rabia-no entiendes nada, vives en esa tonta burbuja donde crees que todo es bueno

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora