Capítulo LXXXV: ¡Erick!

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...Alexa...

Mientras corríamos, íbamos muy atentos de lo que acontecía a nuestro alrededor, nuestros sentidos estaban más alertas que nunca, era necesario que la concentración fuera nuestra mayor aliada o si no tendríamos graves consecuencias.

Freddy y yo comenzamos a ir en diagonal al norte, escondiéndonos entre los árboles, acelerando el paso, confundiendo nuestras respiraciones con los latidos de nuestro corazón que debido a la adrenalina latía más y más a prisa, debíamos llegar con James pero sin dar muestra de ello si queríamos ayudarlo. Después de un trayecto de unos 15 metros un estruendo nos alertó, mi piel se erizó ante el impacto repentino, Freddy y yo intercambiamos miradas, estábamos cerca. Sacamos nuestras armas, las cargamos una vez más y seguimos avanzando, él por la derecha, yo por la izquierda. Literal en ese momento debíamos ser como una leona en plena caza, sigilosos, hábiles y rápidos, cualquier ruido alertaría a los hombres de Scott y yo no estaba dispuesta a cometer más errores.

Al fin divisé un grupo de hombre, la balacera podría escucharse hasta el otro lado de la ciudad (exagero). Freddy y yo nos cubrimos tratando de que no nos vieran pero al mismo tiempo buscando a James. Tardé un buen rato hasta que lo vi, su cabellera roja, nada discreta a la luz del sol, resaltaba detrás de un montículo de tierra, rocas y troncos que al parecer excursionistas o quien sabe quién demonios apiló. Freddy me hizo una señal con su mano, indicándome el lugar que ya había encontrado, asentí. Era hora de disparar.

Uno, dos, tres disparos salidos de la "nada"acertaron a dos hombres cerca de donde se encontraba oculto James. Lesdi justo. Dos disparos más eliminaron a uno que estaba cerca de mi escondite. Freddy es genial. Los seis hombres que quedaban voltearon al instante y empezaron a descargar sus balas hacia nuestra dirección. Nos ocultamos nuevamente y sólo tratábamos de disparar a donde se pudiera y a donde viéramos, si salíamos de esos árboles un centímetro nos esperaría una muerte segura, menos mal James también estaba ayudando, mató a dos de ellos.
Freddy le dio a dos más y yo logré darle a los que restaban, con la excepción de que a uno le di un poco más de vida, quería interrogarlo.

Salí de mi escondite y en cuanto él me vio hizo esfuerzo por agarrar su arma así que le disparé en la mano, el chico de tal vez no más de 27 años lanzó un aullido de dolor, sus ojos me escudriñaban con odio y su cuerpo sangraba algo parecido a como fluye el agua, esas perforaciones hechas por balas lo están matando, en todos los sentidos. Con lo cual dudo que quiera colaborar.

-lo preguntaré una vez-le dije con tono autoritario-¿Dónde está tu jefe?

-¿mi jefe?-se burló mientras se retorcía de dolor-nuestro jefe-me corrigió-

Mordí mi labio inferior y me tragué lo que sentí ante esas palabras.

-la dama te preguntó algo-le insistió Freddy-¿vas a hablar?

-no lo alcanzarán-rió con esfuerzo-

-vámonos-ordenó James-perdemos tiempo con este bastardo, necesitamos llegar antes

Asentimos y dejamos al tipo malherido en el suelo, según lo vi, no creo que le quede mucho. Y aunque sé que está mal, hacer esto es la única manera de atrapar a Scott, nosotros somos los únicos que sabemos lo suficiente para lograrlo.

Seguimos avanzando entre los hombres heridos, muertos y la vegetación que cubría nuestros pecados, miedos y culpas; había varias armas tiradas en el suelo de los que ya habían caído, me agaché a recoger una, la guardé en mi espalda, enganchada en el pantalón y seguí el camino, debo prevenir, creo.

Y de repente cerca de la entrada a la base escuchamos unos ruidos provenir de unos arbustos a nuestra derecha, los tres nos pusimos atentos y apuntamos a donde se produjo el sonido, tan cerca no permitiríamos que nos cachen. Otro ruido de escuchó, unas ramas romperse fueron esta vez y sin pensarlo, empezamos a disparar.

La chica de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora