...Lucas...
¿Qué rayos le sucede?
¿Acaso solo quiere jugar con lo que siento?
Después de obligarme a decirle que me gusta ella sigue como si nada, como si no le importase. Tal vez para ella no sea nada pero a mí sí y me duele, hablarle o sonreírle duele porque cuando le dices a la chica que te gusta que te gusta no esperas que pasen cosas como estas.
-¿ya viste a tu papá?-me preguntó de repente-
-no-respondí-mamá no nos ha dicho nada
-aún no te acostumbras ¿cierto?-me miró-
-no-hice una mueca-es difícil
Llegamos a la escuela de Daniel y nos dirigimos a los columpios en donde siempre me suele esperar, lo vi sentado en uno de ellos y me extrañó que estuviera solo pues siempre está con Jine a la hora de salida. Cuando me le acerqué me di cuenta que estaba llorando.
-¿enano?-me arrodillé a su lado-¿qué te ocurre?
Daniel levantó la mirada, sus mejillas estaban rojas a igual que sus ojitos, las lágrimas le resbalaban por las mejillas y él solo se aferraba a las cadenas del columpio.
-Daniel-empezaba a asustarme-¿qué te pasó?
Espero que no sea nada, no me importaría que llorara porque perdió sus crayones, prefiero eso a que llorara por algo realmente malo, no me gusta verlo así.
-Jine se enojó conmigo-me dijo entre sollozos-y se fue
-oohh...-lo miré-
Bueno eso es muy importante para él.
-¿por qué?-le pregunté-
-rompí su juguete favorito-susurró-pero fue un accidente
-son cosas que pasan-intervino Alexa-no llores
-ven...-lo bajé del columpio y lo cargué-
Mi hermanito me abrazó y como vi que ya no caminaría tuve que llevarlo así hasta la casa.
-ya no llores-le dije-
Al menos los niños lloran por cosas como estas.
-solo debes decirle que lo sientes-le dice Alexa-
-es cierto-empecé a secar sus lágrimas-Jine entenderá que no quisiste hacerlo y volverá todo a la normalidad
-¿Sí?-Dani me miró-
-hagamos algo ¿va?-le sonreí-después de almorzar y darte una ducha iremos a la tienda, compraremos chocolates y se los llevaremos a Jine a su casa ¿te parece?
-Sí-asintió con una pequeña sonrisa en sus labios-
-mucho mejor así-le dije-
-los niños son muy dulces-me comentó Alexa-
-no creo que haya uno más inocente que Daniel-reí-
Cuando llegamos a casa bajé a Dani de mis brazos y abrí la puerta para que subiera a su habitación, iba a despedirme de Alexa pero ella habló primero.
-lo siento, Lucas-me dijo sin siquiera mirarme-
-¿eh?-la miré confundido-
Vi que frunció el ceño y luego me miró.
-lo siento por lo que está sucediendo-me repitió algo molesta-no...no es que quiera ignorarlo pero así me funciona. Yo no puedo evitarlo ni resolverlo de otra forma
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La chica de cristal
Teen FictionA veces perdemos el rumbo, quedamos confundidos y perdidos. Olvidamos quienes somos y de donde partimos. Nos tiramos al camino de la vida sin saber si quiera a donde parar. Y es cuando encontramos junto a quien caminar. Alexa deberá aprender que la...