Ha sido un día difícil. Tener que ir de reunión en reunión no era algo de mi agrado. Aunque saber que todas las decoraciones de la boda estaban listas, me hizo sentir alegre. Al terminar mi larga jornada salí del rascacielos con una sonrisa. Pronto vería a mi omega. Pronto podría pasar tiempo con él. Aunque, Adrien y Lev, se pondrán celosos Camine hacia el automóvil y subí. Allí el chófer condujo sin demora alguna. Siempre con la mirada al frente y tomando la ruta más corta.
–Jefe, encontramos al espía.
Anuncio Caesar. Con un rostro serio miré al conductor. Después de un largo día de trabajo. Cuando ya estaba listo para abrazar a mi omega durante toda la noche. Mi único consuelo fue que era para protegerlo de los Petrov. Aunque en ese momento mi cabeza no pensaba en eso, más bien, en el porqué Caesar no estaba con mi omega.
–¿Dónde está Étienne?
Pregunte.
–Está durmiendo en su habitación.
Respondió. Con más calma bajé del auto. Camine por el interior d ela mansión, pero, en lugar de subir baje las escaleras hacia el sótano. Allí abrí la puerta y observe a mis hombres vigilando el cuerpo tembloroso. Con seguridad me acerqué al hombre y lo miré durante unos segundos. Con firmeza y la aceleración suficiente pateé su abdomen. Esto causó que su cuerpo cayera junto a la silla.
–Dile a tu jefe que si quiere a mi omega, deberá de chuparmela hasta que me venga.
Ordené.
–¡Vete a la mierda!
Exclamó con furia.
–No me gusta nada ese vocabulario.– dije acariciando su nuca–¿Seguirás siendo tan irrespetuoso si dejo una hermosa marca en tu cuello?
Pregunte agarrando sus mejillas con fuerza. Su única respuesta fue escupir sobre mi cara. No sabía que las llamas hablaban y menos que espiaban a las personas. Enfurecido agarre su camisa y mordí su nuca marcándolo en el acto. El alfa se retorcía en el piso por el dolor, mientras yo sonreía victorioso.
–Yo no soy como George Petrov, yo soy capaz de cualquier cosa incluso si implica lastimar a mis seres amados. Será mejor que después de esta noche no vuelvas a pasar por aquí. Vuelve a la alcantarilla de donde saliste.
Dije. Con simple movimiento de mano la mayoría de los vigilantes se acercaron. Para ellos hoy iba a ser una noche candente, mas, para los demás sería una noche de arduo trabajo para desfigurar su rostro. Con tranquilidad me acerqué a la puerta y al abrirla una gran sorpresa me llevé. Con rapidez agarré su mano y lo distraje dándole la orden a Caesar de cerrarlal puerta con llave. El recién mencionado se encerró allí para asegurarse de que trabajarán. El pobre, desde que se convirtió en mi mano derecha, ha tenido que ver cosas horrorosas.
–¿Qué hay en esa habitación?
Pregunto el omega mirando hacia atrás.
– Nada cariño, son solo negocios de mi familia. Los cuales no quiero que veas para así proteger tu inocencia y no dejarte un trauma de por vida.
Respondí. Ante esa respuesta pude notar como se tensó. Él conocía muy bien los negocios de mi familia, pues siempre se lo deje en claro, pero, era un simple omega que nunca había tenido que ver a alguien ser torturado.
–¿Me trajiste a Rusia?
Pregunto cambiando de tema. En ese momento fui yo el que se tensó. Se suponía que tardaría más en averiguarlo. ¿Cómo lo había logrado en tan corto tiempo? Tras unos segundos la respuesta vino a mi mente. El centro comercial, las tiendas tenían carteles y habían anuncios por tods lados que estaban en inglés o... ruso. Y que la letra rusa fuera tan fácil de identificar no ayudaba mucho. Ahora tendría que buscar una excusa para darle, pero, ¿qué le diría?
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Peligro Ruso
Romance¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...
