Como si mi padre fuese un rey, así estaba el anticuado funeral. Empresarios de todo el mundo han viajado para presenciar el descenso de Garry Stepanovich Lermontov.
–Lamento su pérdida.
Saludo nuestro tío con pesar. Perder a un hermano no debe ser nada fácil.
De repente las puertas se abrieron, abriéndole el paso a los omegas de la casa. Como si de una simple cucaracha se tratara, todos empezaron a ver con repulsión a mi hermano. El rumor se extendió como una bomba nuclear que en cualquier momento explotará.
–Aleksander.
Murmuro el de ojos verdes abrazándome con firmeza. Con algo de pesar le devolví su abrazo. Demostrándole que no estaba solo. Aunque nuestra acción fue acompañada por las miradas sarcásticas de los influyentes.
–Lev, apesar de todo, tú siempre seras mi pequeña bolita.
Lo animo el tío.
–Lo sé.
Dijo dejando ver sus párpados hinchados por sus delicadas lágrimas. Con una sonrisa amable lo invito a la mesa de meriendas que los esperaba con deliciosos postres que endulzan hasta el café más amargo.
–Está demasiado dolido– habló– Aún le cuesta aceptar su realidad.
Añadió girando sus dos cielos hacia mi.
–Es una pena– me limite a decir con sequedad– ¿Cómo está mi pequeño Alekseý?
Pregunto apretando con suavidad los cachetes del alfa que me observaba somnoliento. Al unísono Étienne me miró enojado. Con una leve risa besé su frente y le prometí disimular por lo menos estar triste. Perder a mi padre es lo de menos, ahora lo que importa son las elecciones, para las que sólo faltan unos meses. Ya mi propuesta fue entregada y mi discurso fue dado. Lo único que queda es esperar el gran día en el que igualaré a la leyenda, Nicolai Ivanovich Lermontov.
–Está algo cansado, pero me da pena irme así del funeral.
Respondió finalmente mi pregunta.
–Tranquilo ellos lo etenderan. Eres un omega con un bebé hermoso que necesita descansar correctamente y estamos aquí desde muy temprano.
Informe. Con algo de rapidez me excuse con los presentes y salí del lugar. Ya en casa me dispuse a ayudar a Étienne a dormir al bebé mientras esté se bañaba. El pobre no ha podido dormir bien desde aquel día. Tiene pesadillas a diario lo cual me afecta también.
–Ya se durmió.
Respondí con anticipación al verlo salir del baño. Su cuerpo simplemente cubierto por una toalla convertía mi boca en agua. Sus cribas perfectas que no sentía desde hace algunos días me tentaban mientras el omega se acercaba a recoger su pillama.
–No deberías pararte así frente a mi.
Murmure besando su vientre.
–Lo sé.
Hablo. Sus palabras solo me excitaban más y él lo sabía. Asi que con firmeza lo recosté sobre la cama dejando debajo de mí. Con mi pecho subiendo y bajando me dispuse a besarlo con deseo. Dejando marcas visibles en su delicado cuello.
–Mañana nos mudaremos de habitación a la principal.
Informe concentrado en sus rosados pezones que pedían ser absorbidos por mi boca. Para mi sorpresa el omega detuvo sus jadeos abruptamente.
–Reconozco que no te gustaría dormir en esa habitación, pero es la tradición.
Explique. Sin dar palabra alguna bajo la cabeza con un rostro pensativo. Con un leve suspiro me recoste a su lado y lo abracé pegando su cabeza a mi cálido pecho. Casi al instante sus palabras llegaron a mis oídos.
–Sí es lo que quieres, lo haré.
Murmuró haciéndome sentir miserable. No quería que Étienne se comportará de ese modo tan dócil. Quería que el fuera mi omega y viviéramos una alegre vida junto a nuestros hijos. Quizás lo mejor sea adelantar el viaje a Francia.
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Peligro Ruso
Romans¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...
