–¡Bonne nuit!
Exclame entrando a la casa.
–¡Aleksander!
Exclamó besándome con alegría. Su torpes labios no hacían más que cautivarme. Su inexperiencia me excitaba obligándome a profundizar el beso y crear una guerra con nuestras lenguas.
–Ejem.
Fingió Adrien. Inmediatamente ambos los miramos. Todos habían luchado por mirar hacia otro lado con notables sonrojos, esto incluyendo a Taras.
–¿Por que no te has ido?
Pregunté.
–Bueno Lev estaba triste no podía dejarlo solo. De hecho, de tanto llorar se durmió. Lo deje en su habitación.
Respondió. Lo miré de arriba a abajo y al no encontrar ninguna marca extraña proseguí con mi saludo.
–No puede ser que un día antes de mi regreso a Francia, secuestren a mi cuñi.
Dijo abrazándome. Era obvio que se había quedado por eso. Al igual que era obvio que pronto se iría. Aunque pronto nos reuniremos allá, en la ciudad del amor.
–Es una pena – dije – Bueno si me disculpan, tenemos cosas que hacer.
Hable con lujuria causándole un enorme sonrojó al omega. Con seguridad lo cargue escaleras arriba y lo recosté sobre la cama. Estuve a punto desnudarme hasta que recordé las caricias de la ahora fallecida.
–Iré a bañarme primero – informé –Aunque mejor nos bañamos juntos.
Analicé mirándolo. Con seriedad me dirigí al baño y llené la tina. Le eche algunos jabones y fui a buscar al omega. Con seguridad lo senté frente a mí. Limpie las zonas que Samantha había tocado y proseguí.
– Alekseý lloro durante todo el camino y en cuanto llegamos se durmió. El pobre estaba muy triste. – informé – De hecho, ¿como volviste?
Pregunto. Con la mirada le dejé claro claro mis notables intenciones de continuar y dejar el tema para después, pero al ver su insistencia no pude hacer más.
–Bueno, pasaron unas cosas y después los mate y regrese.
Resumi evitando los detalles. Al ver el rostro triste del omega supe que entendió claramente la primer parte de la explicación. La tensión reino durante unos segundos, que aproveche para calmarme. Por más que quiera abrazarlo y hacerlo mío, reconozco que hoy no podrá ser. El ambiente pesado lo dejaba en claro. Así que con algo de seriedad lo ayude a lavarse.
–Lo siento.
Murmuré.
–No tienes que disculparte, lo hiciste para regresar a casa.
Sollozo. Al notar sus lagrimas lo pegue a mi pecho y con ternura besé su frente.
–No tuvimos relaciones. No le di la oportunidad.
Le consolé. Fue un detestable intento de mamada que con furia detuve en el momento preciso. Tras el baño, deje al omega en la habitación descansando y me dirigí a la habitación de Alekseý.
–Hola cariño.
Susurré acariciando su redonda mejilla. Era algo que había extrañado. Estar tantos días fuera es una pesadilla.
–Supongo que le contaste todo.
Saludo Adrien asustandome de muerte. Al analizarlo note la silueta de Caesar que junto a él caminaba.
–Lo hice.
Dije mirándolos con seriedad.
–Caesar, cancela todos mis planes de Junio y Julio, viajaremos a Francia.
Ordené.
–Claro...
Dijo alejándose. Al ver su espalda pude notar unas cuantas marcas.
–¿No me digas que tú...?
Pregunté indirectamente.
–Sí, normalmente detesto a los netas, pero ese chico es muy lindo. Quizás lo convierta en un omega, aunque sea recesivo.
Informó gustoso. No pude evitar poner una sonrisa coqueta. Ahora entiendo por qué Adrien esta cojeando. Pues Caesar lo golpeó para que dejara de tocarlo indebidamente. Algo que es mucho menos de lo que esperaría de un veterano como él.
–Bueno iré a descansar.
Me despedí saliendo del lugar. Al llegar a mi habitación me encontré una imagen majestuosa. Étienne, sonámbulo, me rogaba que me recostara a su lado y no lo dejara solo. Y como buen esposo lo obedecí y me recosté a su lado a espera un nuevo día.
ESTÁS LEYENDO
Peligro Ruso
Romance¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...
