подожди меня

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–Buenos días jefe, ¿desea un café?

Pregunto al verme entrar en la oficina. Como siempre todo estaba impecable, cosa que aveces me incomoda. En respuesta asiento levemente y me siento a leer los documentos frente a mí, mientras me arrepiento de mis decisiones. Desde que me enteré que debía estar separado de mi querida familia, empecé a odiar este empleo. No me gusta tener que viajar para verlos.

–Jefe, su hermano, el señor Pavel lo está llamando.

Informó Caesar con seriedad. Se podría decir que es lo único bueno. El poder seguir teniendo a Caesar a mi lado es algo que valoro. Con una señal le ordenó que se acerqué.

–Dime.

Saludo con una voz ronca.

–Bueno... paso algo en la empresa.

Murmuró con nervios. Al escuchar sus palabras lo único que pensé fue en un cuchillo en su cuello. Más específicamente una amenaza peligrosa que no sabe como controlar.

–¿Qué sucedió?

Pregunto para asegurarme.

–Ayer los Brown me ofrecieron un trato a cambio de Lev. Era un trato bueno, pero por obvias razones lo rechacé. Resulta que justamente hoy teníamos una reunión para negociar otro trato y justamente Étienne vino y bueno...

Explicó. Con algo de seriedad analizó la situación. A causa de esto un silencio incomodo se formó en el ambiente. Caesar a mi lado estaba al pendiente de todo y lo anotaba como si de una reunión se tratará.

–Ahora quiere negociarlo...

Supuse con algo de enojo.

–No solo eso, nos amenazaron y se lo llevaron junto a Alekseý. Ahora mismo nuestros hombres los están localizando, pero es como si se lo hubiera tragado la tierra.

Añadió. Mi primera reacción tardo en llegar por el shock. El simple hecho de estar lejos de él me preocupaba, pero, ahora que siquiera se donde esta, es peor para mí. Con frustración acaricio mi rostro.

–Sigue investigando, ahora mismo llamare a Max Brown.

Dije y tras sus afirmación colgué la llamada. Rápidamente marque el número de aquel alfa que gobernaba en esa familia americana.

–Max, ayer fuiste a la empresa y te llevaste a un omega y a su bebé a la fuerza. ¿Dónde está?

Pregunté con seriedad.

–Ayer, omega, por la fuerza. – analizó – Ayer, Michael fue a visitar a tu hermano en Rusia para convencerlo. Cuando me llamó no me informó nada sobre un omega o un bebé.

Explicó.

–Escúchame Max, no me importa quien se los haya llevado. Si mañana no están devuelta en casa sano y salvos juró que te destruiré

Amenace. Los Brown les deben varios favores a la familia Lermontov, por lo cual nunca se habían atrevido a hacer algo tan atroz. Pero, las nuevas generaciones son más liberales, más rebeldes. Mi padre nunca les hizo caso y se rotundamente a casar a su hijo. Yo hice lo mismo, pero Pavel es mucho más débil. Con una sola amenaza tirara todo por la borda.

–Hablare con él.

Respondió con seriedad. Con seriedad colgué la llamada y mire a Caesar que durante la llamada preparo nuestro vuelo.

–Aquí esta su café.

Informó entrando a la habitación.

–Magdalena, cancela todo. Ocurrió algo en casa que requiere mi atención urgente.

Ordené.

–Señor no se puede ir, aun tiene mucho trabajo.

Dijo sosteniendo mi brazo. Con algo de brusquedad me liberé del ataque y salí del lugar con seriedad. A mis espaldas Caesar sigue mis pasos mientras anima algunas cosas en sus libreta de apuntes.

..."Ya voy Étienne, esperame"

Peligro RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora