неожиданный визит

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Caminamos juntos hacia la habitación de la recién nacida y la recostamos allí. No fue difícil, pues apesar de tan solo ser una bebé, estaba muy cansada.

–Anios Natas

Se despidió el pequeño.

–Natascha cariño.

Murmuró el omega. Con un suspiro lo seguí hasta la habitación del menor. Al estar a su lado intente decir algo pero antes de que siquiera pudiera abrir la boca coloco su dedo sobre mi boca. Sin voltear siguió su camino dejándome estupefacto. ¿Cómo me conoce tanto en tan poco tiempo? Al llegar a nuestro destino recostó al alfa en  la cuna y le contó un corto pero efectivo cuento que lo dejo rendido en el colchón.

–¿Podrías no regañarme frente a mi hermanos y secretaria?

Pedí recostandome sobre la puerta de la habitación de Aleksey.

–Solo te digo la verdad. Él ya no es un niño.

Hablo saliendo de la habitación. Algo harto de tener que seguirlo camine a sus espaldas. Aunque debo agradecer que por fin su destino fue nuestra habitación.

–Solo no quiero que Taras le haga daño.

Hablé abrazándolo.

–Aunque no lo quieras necesita experimentar ese dolor. Si lo alejas de la realidad cuando se de cuenta sera un "shock" para él.

Dijo embrujandome nuevamente con sus brillantes ojos de cielo.  Pronto bostezo y se alejó para encerrarse en el baño. Mientras que yo permanecí sentado en aquella cama. Analizando sus palabras mientras que esperaba pacientemente que mi compañero se calmará.

...

No me puedo quejar de nada. Después de casi un año e dormido en mi amoldable y cómoda cama. Además de la hermosa vista que tuve. Al bajar la cabeza el sedoso cabello negro de mi omega me recibió. Su olor a fresas silvestre me lleno de excitacion. Lamentablemente debo controlarme. El trasero del omega está pegado a mi virilidad por lo que cualquier movimiento en falso podría despertar al omega. Lo cual no quiero ya que reconozco que no ha dormido lo suficiente estos días.

–Te siento...

Murmuró. Con sorpresa baje la miradavpara encontrarme de vuelta sus cabellos. Segundos después movió su cabeza dirigiendo su mirada hacia mi quijada. Sus ojos más despiertos que nunca hicieron que mi objetivo principal no fuera cumplido. Gracias al leve gemido de Étienne y su mirada sonrojada me di cuenta de la erección que que se habia formado. El que el omega durmiera sin ropa interior no ayudo en nada. Y fue como si su entrada estuviera hecha a mi medida. Simplemente se acomodó perfectamente y entró. Aunque solo fue la punta. Ambos nos miramos con sorpresa. Sorpresa que pronto se transformó en placer.

–¡Papaaa!

Los grititos de Alekseý se hicieron presentes rápidamente. Obligándonos a separarnos. Étienne abrió la puerta rápidamente. El niño no hizo más que buscarme con la mirada. En cuanto me ubico camino hacia la cama con torpeza y subió a la misma.

–Papá, io e dio ke e diea ke ay un ino acho bucadote.

Murmuró. Sin entender nada mire al omega buscando una respuesta a ese acertijo imposible.

–Dice que Pavel te está llamando por que hay con chino abajo buscándote.

Explicó con seriedad.

–¿Un chino?

¿Acaso es el imbécil aquel? No pensé que vendría tan pronto.

–Étienne trae a Natascha y los tigres aquí. Después cierra las puertas y ventanas con seguro.

Ordené vistiéndome con apuro.

–¿Qué sucede?

Pregunto.

–Ahora no puedo decirte.

Informe besando su frente. Con rapidez desperté a Caesar y le informe sobre el asunto. Al mirar hacia nuestra habitación, observe a Étienne que dejaba que los tigres entraran al lugar. Antes de cerrar al puerta me observó y asintió con simpleza llenándome de pesar.

–Buenos días...

Peligro RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora