Истины

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Al entrar al comedor un aire de incomodidad cubrió mi cuerpo. Nadie decía nada. Pavel simplemente estaba en silencio. Mientras que Aaliyah y Lev se miraban sin decir una palabra.

–Sabes que los que hiciste estuvo mal. Entiendo es muy amable para que lo hayas tratado así.

Inicio el omega.

–Ese frances amenazó con matar a mi hermano.

Se excuso.

–Tan solo estaba protegiendo a su hijo. Él no está acostumbrado a todo esto.

Añadió.

–Ya es suficiente – murmuré – ¿Donde esta Étienne?

Pregunte.

–No ha bajado.

Respondió Pavel. Ignorando las miradas de odio qué se lanzaban la alfa y el omega subí las escaleras y entre a la habitación. Allí el omega le leía un pequeño cuento sl bebé que descansaban en su regazo.

–La comida ya esta servida.

Murmuré. Aunque no hubo respuesta. El omega siguió leyendo su cuento ignorando mis palabras. Pensando que no me escucho repito mis palabras con un tono más alto, pero d entero soy ignorado.

–¡Étienne!

Exclamó agarrando su brazo para llamar su atención.

–¡Suéltame!

Exclama intentando librarse de mi agarre.

–Deja de ignorarme.

Le ordeno con seriedad. El omega simplemente me mira enojado y voltea la mirada sin dar respuesta.

–Pensé que ya habíamos hablado sobre esto.

Dije con una sonrisa que ocultaba mi enojo. Aunque caso omiso le hizo a mis palabras. Al ver su arrogancia agarre el teléfono de la mesa de noche ante su atenta mirada. El sabe que no puede perder ese telefono. Es su único medio para comunicarse con su familia.

–Camina.

Ordene. Con frustración se levantó y me siguió abajo. Allí la mirada de la alfa se fijo en el omega que se sentó a mi lado sin decir una palabra.

–¡Hola familia!

Saludo Taras entrando a la habitación y acabando con el silencio incomodo. Tras él, Ivan y George caminaban avergonzados por la actitud del pelirrojo. El mismo se acercó a Lev y beso su frente para sentarse a su lado. En respuesta el omega lo golpeó con un gran sonrojo.

–¿Por que tanta seriedad?

Pregunto Iván.

–Por que alguien se comporta como una imbécil.

Respondió Lev mirándola con enojo. A su lado Taras giro su cuchillo con los dedos. Así fue hasta que se dio cuenta de quien era la imbécil.

–Yo por lo menos protejo a la familia y no me escondo detrás de Aleksander.

Respondió.

–Uuuuuh...

Murmuraron George e Iván.

–Por lo menos yo no mato a personas inocentes por que me parecen "peligrosos" por siquiera hablar, psicópata.

Añadió. Eso fue una indirecta muy directa.

–Uuuuuuh... la verdad va ganando Aaliyah.

Murmuró Iván.

–Tú cállate.

Dijo Taras.

–A si, pues por lo menos mi único amigo no me quiere follar.

Respondió señalando a Taras que se escondió debajo de la mesa.

–Aaliyah te estas pasando.

Interrumpí. Por más razón que tuviera no hacía falta mencionarlo.

–Por lo menos yo si tengo, y no me paso con los amigos de Aleksander.

Añadió. La mayoría de ellos Lermontov no tienen amigos cercanos. Aunque todo eso es culpa de Pavel que se ríe con nerviosismo al reconocer su culpabilidad.

–Eso es cierto.

Dijo George.

–Por lo menos yo se quien es mi padre y no vivo de la caridad de Aleksander.

De inmediato la mire con. Al verme la rubia se sentó cruzandose se brazos. Un silencio incomodo se formo en la habitación.

–Lev...

Murmuró Taras acariciando su  hombro. El omega se levanto enojado y salió del lugar dejando un gran rastro de feromonas.

–Eso estuvo fuera de lugar. Sabes que Aleksander no lo cuida por caridad.

Habló el pelirrojo enojado. A mi lado Étienne se levantó y siguió al omega.

–Él empezó.

Murmuró.

–¿Que demonios te pasa? Desde que papá murió los has tratado muy mal.

Pregunto Pavel.

–Desde que nació ese imbecil el temor que le tienen a nuestra familia a disminuido y ahora que ese francés de quinta llego todo ha empeorado. Estoy segura que tu también te has dado cuenta hermano.

Dijo mirándome.

–¿Y que si es cierto? Él sigue siendo tu sangre y Étienne es la mia...

Peligro RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora