–Lev...
Murmure al verlo sentado en el jardín interior.
–Étienne.
Sollozo. Sus ojos enrojecidos brillaban ante la tenue luz que se colocaba entre lo vidrios. Su sonrisa apagada me llenaba de dolor.
–Ella tiene razón, Aleksander solo me cuida por pena.
Aseguró abrazándome.
–Claro que no. Aleksander te adora, eres su favorito.
Dije con una sonrisa llena de calidez.
–¿Tú que crees Alekseý?
Pregunto aferrándose al bebé. Ese era su consuelo. Y la sonrisa que se formó en el rostro de Alekseý nos lleno de ternura. Era como si quisiera animarlo. Aunque solo hizo que sus lagrimas empeorarán.
–Leb...
Murmuró acariciando las mejillas enrojecidas del omega frente a él.
–¡Dijiste Lev! ¡Lo dijiste!
Exclamó abrazándolo emocionado.
–Mocoso después de que tuve que pujarte durante horas y resulta que tu primera palabra es el nombre de tu tío.
Dije enojado. Pero al ver como las lagrimas se disiparon no pude evitar sonreír. Sus ojos verdes comparables con la brillantes hojas húmedas creaban una vista hermosa. Ahora entiendo por que Taras se enamoro del omega.
–Ahora tengo una respuesta para la zorra de Aaliyah.
Dijo levantándose con una sonrisa llena de maldad. Rápidamente lo seguí de cerca hacia el comedor nuevamente.
–No tendré papá y mi hermabo me cuidara por pena, pero puedo decir que la primera palabra de Aleksey fue mi nombre.
Dijo alzando al bebé.
–Lev.
Murmuró nuevamente el bebé ahora con mejor pronunciación.
–Mocoso, después de que te cree me vienes a decir que tu primera palabra es el nombre de mi hermano.
Dijo el alfa enojado.
–Étienne dijo algo parecido.
Dijo con una sonrisa encantadora.
–¿Cómo te atreves? Di mi nombre.
Ordenó Aaliyah.
–No di el mio.
Se incluyo Pavel.
–Lev...
Murmuró. Llenando de envidia a los presentes. Con superioridad les saca la lengua.
–Étienne.
Murmuró con una sonrisa que no pude evitar corresponder. Por más enojado que este no puedo evitar sentirme feliz al saber que nuestro hijo dijo su primera palabra.
–Espero que este pequeñín diga papá – dijo acariciando mi vientre hinchado – O el siguiente.
Añadió al ver mi mirada llena de odio.
–No habrá siguiente.
Dije.
–Eso dices tú.
Respondió besando mi cuello con lujuria.
–¿Estas bien?
Le pregunto Taras al omega que celebraba su victoria. En respuesta el omega le dio un tierno beso en los labios. Esto hizo que su amiguito se despertara. Y por más que lo escondiera ya era más que evidente.
–Eh eh, ¡alejate de mi hermano!
Exclamó Aleksander alejandolos. Ambos asustados por sus gritos hicieron caso y Taras huyó despavorido hacia el baño. En cambio Lev permaneció sonrojado y toco sus labios con una calida sonrisa.
–Estas castigado jovencito.
Dijo el alfa arrebatandole al bebé. El omega hizo un leve puchero rehúsandose a irse.
–Aleksander, déjalo.
Pedí agarrando su brazo. El alfa me miró con una sonrisa pícara.
–Ustedes dos, vigilen al imbecil y ustedes vigilen a Lev y cuiden a Aleksey – ordenó – Étienne y yo tenemos cosas que hacer.
Dijo levantándome.
–¡Aleksander!
Exclame golpeando su espalda. Se luy bien lo que planea y no me apetece. Aunque eso a él no le importaba.
–Sí me tocas te castro.
Amenacé a mitad de las escaleras. El alfa se detuvo inmediatamente y me bajo. Su mirada extrañada escaneaba todo mi cuerpo.
–¿En serio piensas castrarme?
Pregunto con burla. Me enfurece que no me tome enserió.
–No sabes de lo que soy capaz Aleksander.
Continúe. El alfa simplemente se río encantado. ¿Qué le daba tanta risa? ¿No le da miedo perder su pene? Su sonrisa burlona se posó frente a mi rostro y sus ojos alegres se concentraron en los míos.
–Supongo que pronto lo sabré, Étienne Duval-Marcov.
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Peligro Ruso
Romance¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...
