Обман

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–Es un placer señor Lermontov, espero que durante estos 6 años podamos ser muy buenos amigos.

Saludo el de ojos achinados estirando sus mano. Su sonrisa encantadora y ruso perfecto me sorprendieron.

–Lo mismo digo, señor Wang– respondo curioso –Adelante siéntense.

Sugiero. El alfa sigue mis palabras y se acomoda frente a mi. Nuestra conversación trata solo de tratos que nos beneficiarian a ambos. Además de planes siniestros que rechazo.

–Señor, escuche que su familia estaba creando armas nucleares para venderlas.

Habló dibujando círculos en el escritorio con su taza de café. Así que esta es la verdadera razón de su visita.

–Lamento decirle que son simples rumores. Si hemos creado algunas armas, pero no las vendemos.

Corregí.

–¿Qué te parecen diez millones de dolares americanos (10,000,000$)?

Sugirió.

–¿Qué tal treinta billones de dolares americanos (30 000000 000000$)?

Pregunte con burla. Dolares americanos que estupidez. Nadie en su sano juicio gastaría esa cantidad. Aunque he visto a muchos hombres como él, dudo que arriesgue su fortuna.

–Hecho.

Esas palabras me hicieron temblar. ¿En serio piensa pagar treinta billones de dolares por una bomba?

–Esta bien, pero no puedo  asegurarte que funcione. Lleva mucho tiempo guardada.

Mentí. Recién las habíamos creado, pero eso él no lo sabe. Al ver su rostro dudoso las esperanzas de se retractara volvieron a mi. Vender armas nucleares a otros países solo me pondría en riesgo. ¿Qué pasa si algún día deciden declararnos la guerra?

–Está bien. La clmprare bajo mi propio riesgo. Si no funciona no te molestaré.

Hablo. ¿Como un hombre puede ser tan testarudo?

–Trato hecho – hable estirando mi brazo para sellar nuestro acuerdo – Caesar trae un contrato de venta.

Pedí. El beta poco tardo en regresar con una gran cantidad de papeles que dejaban en claro  cada una de mis reglas.

–Ahora mismo el arma no se encuentra en la ciudad. Así que no se la podre mostrar. Si gusta puede ir a verla y con gusto mi hermano lo atenderá.

Sugeri.

–No está bien. Envíela lo más pronto posible.

Pidió y salió de la oficina con seriedad.

–Que hombre tan estúpido. ¿Cómo va a comprar una bomba por treinta billones de dolares sin siquiera asegurarse que este en buen estado?

Pregunto Caesar y razón no le faltaba.

–Dile a Pavel sobre esta venta para que la prepare. Que quede claro que esa bomba no puede funcionar cuando llege al puerto.

Ordené. El beta algo sorprendido siguió su camino hacia afuera. Pronto esto se pondrá dificil. Apesar de haber firmado un contrato se que ese hombre nos atacara en cuanto vea que no funciona. De lejos se ve que es un nene de papá. Seguramente gasto esa cantidad por que pensó que nos ibamos a asegurar de que la bomba funcionará.

–Señor, Etienne quiere hablar con usted.

Informó Caesar pasándome el teléfono.

–Hola cariño, ¿que sucede?

Pregunte.

–Nada solo quería saber como estabas.

Respondió con simpleza.

–Me encuentro bien. Algo cansado, pero bien.

Expliqué. Todo este trabajo me estaba hartando y el estar lejos de casa solo lo empeoraba.

–Tamebin quería decirte que Taras y Lev son oficialmente una pareja. Además de que Pavel y Aaliyah no dejan que Aleksey este tranquilo. Quieren que diga sus nombres a como de lugar.

Contó con una sonrisa. A su lado el pequeño se asomó y al verme movió su manita en forma de saludó.

–¿Cómo que Taras y mi hermano son pareja?

Pregunte disimulando mi enojo para que Aleksey no lo notará. Mi mano siguió la suya para distraerlo. El pobre ya ha empezado a entender nuestras conversaciones.

–Hace un rato Taras lo trajo de la escuela y se dieron un tierno beso de despedida. Fue muy romántico.

Dijo.

–Beso.

Murmuró el niño simulando la acción. Supo go que tendremos que hablar muy seriamente con el de cabellos rojizos.




Peligro RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora