–Bueno el es un chico francés. Simplemente es todo lo que desee.
Respondí con simpleza.
–Se nota, no has tocado ni una de mis chicas.
Soltó el pelirrojo.
–El matrimonio me ha vuelto aburrido.
Dije tomando un sorbo del whisky que estaba perfectamente fermentado. Continuamos hablando de nuestros padres a futuro perdiendonos en la conversación. Pero, de repente mi teléfono vibró en el bolsillo. Rápidamente lo saqué para ver de quién se trataba.
–¡Epa! Los teléfonos están estrictamente prohibidos, lo sabes.
Dijo quitándome el aparato. Inmediatamente miró quien era y su rostro serio cambió a uno alegre en segundos. Esta acción hizo que supiera exactamente quien era... Lev.
–Te acompaño a responder. Lev es algo impaciente no hay que hacerlo esperar.
Dijo. Inmediatamente ambos salimos dejando atrás a George que decidió quedarse.
–Hola.
Dije al responder la llamada.
–Hola Aleksander.
Devolvió con seriedad. En su voz se notaba que se acababa de despertar.
–Hola cariño, ¿como has estado? ¿Por qué no has respondido mis llamadas.
Pregunto enojado.
–Te he dicho mil veces que no me llames cariño. ¡Maldito vejestorio!
Exclamó enojado.
–Solo te llevo trece años, no es para tanto.
Se quejó.
–Cállate y pasame a mi hermano.
Dijo enojado.
–Como desees mi vida.
Respondió. Aveces el amor es ciego y sordo.
–Dime.
Hablé.
–Bueno, lo que pasa es que Étienne quiere hablar contigo.
Explicó.
–¿Étienne? Pasame con él.
Respondí.
–Hola Alek.
Saludo.
–Hola cariño... ¿Qué sucede?
Pregunté con suavidad.
–Yo... tuve una pesadilla.
Respondió con sinceridad. Apesar de no ser la gran cosa, no pude evitar emocionarme.
–¿Sobre que?
Pregunté
–Sobre ti.
Respondío.
–Permiteme adivinar, soñaste con que le dije "tigres" a Mahia y Juay.
–Oye, no te burles.
Pidió enojado.
–Lo siento– hablé entre risas –¿Con que soñaste?
Pregunté con una sonrisa.
–Con nada importante – respondió con un suspiro. –Nos vemos.
Se despidió para mi sorpresa. ¿En serio me llamo para después dejarme con la curiosidad? Con rareza mire el teléfono y procedi a mirar a Taras.
–¿Te colgó?
Pregunto. En respuesta simplemente asentí. Y aunque la curiosidad me consumiera no pude evitar reírme con el tierno puchero de mi compañero. Sin duda estaba enamorado. Con una leve sonrisa entre nuevamente a la sala. El alfa me siguió de cerca manteniendo la cabeza baja.
–¿Lev te rechazo de nuevo?
Pregunto el Petrov.
– Cállate.
Respondió con simpleza.
–Incluso lo maldijo.
Añadí. Ante mis palabras las risas no faltaron. Estas fueron seguidas por nuestras miradas llenas de odio. Aunque las ganas de burlarnos de anfitrión nos ganaron. Y con las carcajadas sellamos un tratado de paz. Uno que estaba obligado a llegar tarde o temprano, pues los tres mosqueteros nunca se separaran.
Las horas pasaron y la conversación iba llegando a su fin. No por gusto, más bien por que en casa mi hermoso omega me esperaba. Eso sin contar que pronto George se iría con unas chicas a quien sabe donde. Ya los ancianos habían desaparecido, algunos con lujuria y otros con cansancio. Aunque ambas opciones gritaba un adiós que se quedaba en el aire.
–¿Me puedo ir contigo?
Pregunto Taras como si de un niño se tratará.
–No, si Lev te ve, te lanzará lo primero que encuentre y no pienso gastar mi dinero en el hospital.
Respondí. Nuevamente su típico puchero apareció en su rostro. Desde niños su tierna cara de bebé ha sido su atractivo. Incluso ahora de grande cuando se enoja lo único que vez son sus pucheros. Dato que lo hace muy tierno y astuto. Su hermoso rostro esconde a un hombre que es extremadamente cruel con sus enemigos. Cosa que seduce a muchos omegas y betas, pero como en todas las historias cliché, el desea al más complicado... Lev
ESTÁS LEYENDO
Peligro Ruso
Romance¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...