–Bienvenidos – saludó – Los demás están en la sala.
Nos recibió Dess con una sonrisa.
–Gracias.
Respondimos al unísono. Inmediatamente los tres caminamos hacia el punto recién mencionado. Allí la familia disfrutaba de una película con algunos colados.
–Que bueno que llegaron.
Hablo Lev.
–Dess, ven.
Pidió la señora Marta con una calida sonrisa en su rostro. El omega no tardo en obedecer sus órdenes y se acomodó sobre sus muslos. Allí la alfa empezó a besar su cuello con lujuria. Con un leve sonrojó nos sentamos cerca de Lev que nos invito a su lado.
–¿Cómo les fue?
Pregunto el omega.
–Genial. Bueno, por lo menos para mi fue genial.
Respondió mirándome.
–¿Que-
Fue interrupido por su teléfono. Justo a tiempo para ayudarme a evitar las preguntas.
–¿Quién es?
Pregunté mirando el teléfono. Al ver el nombre no pude evitar agradecerle al pelirrojo Ruso. Taras me ayuda incluso estando en distintos países.
–No es nadie.
Respondió colgando la llamada.
–Deberías respoderle, debe estar muy preocupado.
Sugirió Étienne.
–¿Es tu novio?
Pregunto Marta que escondía la mitad baja de su rostro en el cuello del omega.
–Se podría decir que sí... – murmuró escondiendo su sonrojó – Obvio no. Solo que él está obsesionado conmigo.
Se apresuró a decir. Estoy empezando a pensar que mi hermano está empezando a sentir algo por el ruso. En cuanto el mismo se entere se alegrara a más no poder.
–De hecho, Marta, necesito hablar contigo.
Pedí cambiando el tema. Que un Marcov siga vivo es muy peligroso. Aunque este sea inofensivo.
–Vamos.
Dijo acomodando al omega en el sofá. Ambos salimos del lugar y caminos hasta su oficina.
–Cuéntame.
Ordeno sentándose en su silla giratoria. Al unísono entrelazo sus dedos y posó sus codos en el escritorio.
–El padre de Étienne es un Marcov. De hecho, era el último último ellos, Erick Duval Marcov.
Informé.
–¿Quién diría que tu omega sería parte de la mayor enemistad de los Lermontov?
Pregunto con sarcasmo.
–Tarde en darme cuenta, pero, el fue quien me secuestro hace 11 años. De hecho, ahora recuerdo claramente a Étienne.
Dije sentándome frente a ella. Los Marcov siempre me han aterrado por esa experiencia traumatizante que me hicieron vivir. Se podría decir que esa mirada llena de curiosidad fue mi único buen recuerdo.
–Así que puedo decir que tu omega, creo tu obsesión con los chicos de ojos azules y cabello negro.
Analizó y razón no le faltaba. Desde ese día siempre busque en mis parejas esas cualidades. De allí salió Jace y Elaine. Ante tal realidad una sonrisa se creó en mi rostro.
–¿Qué harás con Erick?
Pregunto para acabar con mi alegría. Por más que odiara la respuesta la misma era obvia. Es el padre de mi omega y en este punto no puedo arriesgarme a perderlo. El alfa deberá seguir con vida o si no morir "naturalmente".
–Lo dejaré vivir por ahora. Dudo que intente dañarme y menos conociendo los sentimientos de su hijo.
Respondí con firmeza. El alfa sabe que si siquiera lo intenta, Étienne no volverá a dirigirle la palabra. No se arriesgara a perder a su único hijo omega.
–Como quieras Aleksander, no me interpondré en tu decisión.
Aseguró.
–Cambiando el tema, no podremos quedarnos más de un mes. Mi secretaria me llamó, pronto será invierno y tendré muchos papeles que firmar.
Explique.
–Es una pena.
Dijo. Tras esto salimos del lugar sin apuro. Regresamos a la sala en la cual nos esperaban con ansias y nos dedicamos a observar la película que casi terminaba.

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Peligro Ruso
Romance¿Que hacer si te enamoras de un omega en un país extranjero? Para Aleksander Garryovich Lermontov, la respuesta era más que clara. Pero... ¿es la respuesta correcta. +18 Publicada: lunes, 12 de febrero de 2024 •Esta historia contiene partes que much...