DRIADES || EMMETT CULLEN

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟕

Bella había asistido con sus amigos a una playa en la reserva. No me había invitado, pero tampoco es como si me interesara ir con sus amigos a algún lugar. Estaba terminando de pintar un cuadro que había empezado desde hace días, pero no lo había terminado. Podía decir que había algo raro con Forks que tal vez no lo había notado cuando era pequeña pero definitivamente había algo extraño con este lugar... o más específicamente con los Cullen. De cierta forma entendía la pequeña obsesión que había generado Bella, pero ella también tenía que entender que eso no era su problema y sea lo que sea que pasara en esa extraña y demasiada guapa familia no era de su incumbencia.

Hablando de los raros de los Cullen. Emmett buscaba cualquier excusa para hablarme, o eso creo. Había descubierto que enserio no tenia dotes para el arte, pero de igual manera estaba en esa clase por alguna razón que un desconozco. Se podría decir que somos conocidos por así decirle. Aun así, le huía si podía, pero durante clases si le hablo... o bueno ya contesto un si o no o un tal vez.

Antes de que me diera cuenta había terminado de pintar el paisaje que había visto hace días cuando había acompañado a Charlie a hacer mandados. Acomode el cuadro para que se secara y sali con cuidado del cobertizo. Todavía no era de noche y faltaban al menos 2 horas aun para que anocheciera. Mire con atención el bosque. ¿Qué pasaría si entrara al menos un ratito? No podría ir muy lejos y tampoco podría tardarme tanto.

Sin pensarlo mucho me adentré con cuidado. A medida que me adentraba en el bosque, el aire fresco y el sonido de las hojas crujientes bajo mis pies creaban una atmósfera tranquila. De repente, percibí un murmullo distante, como si alguien estuviera hablando en voz baja. Intentaba concentrarme para poder descifrar que era lo que decía ese murmullo. A medida que avanzaba, el murmullo se volvía más claro, y empecé a escuchar palabras dispersas. Me detuve detrás de un grueso tronco y observé cautelosamente a mí alrededor.

— ¿Hay alguien ahí? — susurré viendo para todos los lados, pero solo seguía escuchando ese murmullo como si algo me intentara hablar, pero no era capaz de distinguir que era lo que me querían decir.

"Huye"

Mire para todos los lados buscando la voz, pero no había nadie. Lo único que se escuchaba era el sonido de uno que otro pájaro, pero no se escuchaba nada más. Empecé a sentirme observada y ese sentimiento de peligro me apodero. Mi respiración se aceleró mientras intentaba discernir el origen del susurro, el bosque parecía cerrarse a mi alrededor, creando una sensación de claustrofobia. El murmullo persistente se intensificaba, y las palabras parecían resonar en mi mente de manera más clara.

"Huye"

Repetía la voz en mi cabeza, pero seguía sin poder identificar quién o qué estaba detrás de esas palabras. Mi corazón latía con fuerza, y la sensación de peligro se apoderaba cada vez más de mí.

Decidí retroceder, alejándome del lugar donde había entrado al bosque. Mis pasos eran rápidos y ansiosos, y el murmullo seguía persiguiéndome. La voz ahora sonaba urgente, como si estuviera tratando de advertirme de algo inminente.

El ambiente se volvía más oscuro a medida que me alejaba, y la sensación de ser observada persistía. Cada ruido en el bosque parecía un eco amenazador, y mi mente estaba llena de pensamientos turbulentos.

De repente, una presencia sólida se materializó detrás de mí. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal, y mi corazón latió con fuerza. Instintivamente, me giré para enfrentar a quienquiera que fuera, solo para encontrarme con Emmett Cullen. Antes de que pudiera decir algo, una voz susurró desde la oscuridad del bosque, emitiendo la misma advertencia:

"Cuidado con los pálidos".

Mis ojos se ampliaron de sorpresa, pegando uno enromé brinco y supe que las palabras no provenían de Emmett. Miré a mi alrededor, buscando la fuente de la voz, pero la oscuridad del bosque parecía haberse cerrado en torno a nosotros.

— ¿Q-que...?

No pude terminar de hablar, ya que Emmett puso uno de sus dedos en su boca para que hiciera silencio y me ubico detrás de el de forma protectora. No entendía nada. ¿Por qué él estaba en la parte de atrás de mi casa? Él buscaba algo entre los árboles y yo no entendía que buscaba o que estaba pasando. En eso entre los árboles vi como una cabellera roja desapareció entre la maleza y ese sentimiento de peligro desapareció por completo y solté el aire que no sabía que estaba reteniendo en un largo suspiro y vi como Emmett se destensaba y giro a verme con una expresión seria. La intensidad en sus ojos dorados reflejaba una mezcla de preocupación y alivio.

— Deberíamos irnos —dijo Emmett en un tono bajo, como si no quisiera atraer más atención de lo necesario.

Asentí, todavía aturdida y comenzamos a alejarnos del lugar. La presión en el aire pareció disminuir a medida que nos movíamos, pero la sensación de inquietud persistía en mi mente.

Emmett caminaba a mi lado, y durante unos momentos, ninguno de nosotros habló. La cabellera roja que había visto entre los árboles seguía rondando en mis pensamientos, y me preguntaba que había sido todo lo que había ocurrido. Finalmente, Emmett rompió el silencio.

— No debiste entrar sola en el bosque, especialmente cuando va a oscurecer —me reprendió con un tono protector y yo lo mire con el ceño fruncido. Seguíamos en el bosque, pero estaba visible la casa de Charlie.

— ¿Qué haces aquí? —pregunte sin entender mirándolo sería. Estaba agradecía porque sea lo que sea que estuviera en el bosque, tal vez hubiera hecho algo si él no estuviera, pero de igual no entendía por qué él estaba aquí.

— Y-yo estaba... d-de paseo... Uhmmm si de paseo. —se quedó en silencio como si intentara convencerse. — Y t-te vi y pues me acerqué.

No le creía, pero ya tenía demasiado en la cabeza como para ponerme a discutir si es mentira o no. Tal vez es un acosador y me estaba observando o por algo de ese estilo, pero vivía con un policía en la casa, así que me tranquilizaba al menos un poco.

— Haré como que te creo... me duele la cabeza como para discutir Emmett. —empecé a caminar hacia la casa y sentí como él iba detrás de mí.

— Es verdad.

— Si Emmett es verdad que estabas de paseo en el jardín de la casa de Charlie... solo para recordarte que Charlie es el jefe de policía y puede meterte preso por acoso. —lo miré para adentrarme en mi porche de la casa.— Solo te lo recuerdo.

— Yo no te estaba acosando o algo por el estilo. —gire a verlo y él se cruzó de brazos.

— Eso diría un acosador. —dije cruzando los brazos, mirándolo con burla. No sabía por qué, pero sabía que Emmett no sería capaz de hacerme algo... o eso me gustaba pensar, además que sabía que Charlie tenía un arma.

— Ay por dios... —puso los ojos en blanco. — ¿Dónde está tu prima?

''Cambio de tema drástico. Wow''

— En alguna playa en la reserva... creo... No se pregúntale al acosador de tu hermano. —fingí pensar unos segundos. — ¿Lo acosador vendrá de familia Emmett?

Él volvió a poner los ojos en blanco, esta vez con una sonrisa.

— Ya tengo que irme... mi familia me espera. —se me quedo viendo unos segundos. — Adiós ángel.

Dicho eso se volvió a meter al bosque como si fuera lo más normal del mundo y desapareció por completo de mi vista. No sabía si era porque ya había pasado la adrenalina, pero sentía como mis manos temblaban levemente, así que me adentré en la casa y comí lo primero que encontré tirándome en el sofá.

— ¿Qué mierda ocurrió hoy?

Mi mente seguía dando vueltas a lo sucedido en el bosque. La voz misteriosa que susurraba "Cuidado con los pálidos" resonaba en mi cabeza, y la imagen de Emmett Cullen apareciendo justo cuando esa voz hablo. Mis sospechas aumentaban, y la conexión entre Emmett y la advertencia resonaba de manera inquietante en mi mente. Tal vez yo era la loca y me estaba haciendo una película enorme en la cabeza. Lo que me parecía curioso es que estaba segura de que esa voz no hablaba advirtiéndome de Emmett sino por lo rojo que se escondía en los arbustos.

— Roxy... no busques algo que no se te perdió. —suspires— Tal vez es un hada o algo por el estilo.

...