𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟑

3.6K 290 37
                                    

Emmett ayer me había dejado en casa después del pícnic y me había ofrecido llevarme hoy a la escuela por la mañana. Había aceptado su oferta porque no quería hacer que Charlie llegara tarde a su trabajo por mi culpa. Ahora ya estaba completamente lista, aunque Emmett no había especificado a qué hora iba a pasar por mí, así que estaba tirada en el sofá, esperando.

Charlie y Bella ya se habían ido. Supongo que Edward se llevó temprano a Bella porque la camioneta seguía aquí. Quería hablar con ella, ya que no había tenido oportunidad desde que me había contado lo de los Cullen. No pude evitar pensar en lo que había ocurrido ayer en el pícnic. Me había sacado sangre frente a Emmett y él ni siquiera había reaccionado. Era como si no le hubiera importado, lo cual era extraño considerando lo que Bella me había dicho sobre los Cullen. Si realmente eran vampiros, ¿cómo podía Emmett no haber reaccionado a la vista de mi sangre?

Tenía una teoría: tal vez, por ser diabética, mi sangre simplemente no era atrayente para ellos. Esta idea, aunque un poco ridícula, me hacía sentir un poco mejor al pensar que había una explicación lógica. Hasta ahora, no había pensado en la reacción de Emmett con ver sangre. Simplemente, ayer, me había sacado sangre y... nada había ocurrido.

O tal vez, Bella se había fumado algo y todo esto de los vampiros era una invención suya. Esta posibilidad también cruzaba por mi mente, pero conocía a Bella lo suficientemente bien como para saber que no era del tipo que inventaría algo así sin motivo. Además, Emmett y su familia realmente parecían... diferentes. Había algo en ellos que no podía pasar desapercibido, una especie de aura que los separaba de los demás.

Mientras seguía tirada en el sofá, esperando a Emmett, no podía evitar que mi mente volviera una y otra vez a estos pensamientos. Por un lado, la idea de que mi sangre no fuera atractiva para los vampiros por mi diabetes tenía un sentido peculiar que me tranquilizaba. Pero, por otro lado, la incredulidad de que Bella pudiera estar tan equivocada también me hacía dudar.

Me moría de curiosidad por saber si realmente existían este tipo de cosas, pero no iba a acercarme a Emmett y decirle: "Hola Emmett, ¿tú y tu familia son vampiros? Es que Bella me lo contó, pero no sé si es verdad." La simple idea de una conversación así me hacía sentir ridícula. Además, ¿cómo podría abordar un tema tan extraño y delicado sin sonar completamente loca? Ni siquiera lo iba a abordar con preguntas. ¿Quién era yo para cuestionarlo?

Finalmente, escuché el rugido del motor de un coche fuera de la casa. Me levanté rápidamente y me asomé por la ventana, viendo el imponente vehículo de Emmett aparcado en la entrada. Sentí una mezcla de alivio y ansiedad mientras recogía mis cosas y salía apresuradamente.

—Hola, linda —saludó él con una sonrisa, apoyado contra su Jeep.

No pude evitar sonreír al verlo y ponerme roja por su comentario.

—Hola, Emmett —respondí mientras me acercaba.

Emmett abrió la puerta del copiloto para que me sentara en el asiento, noté que esperaba pacientemente a mi lado, asegurándose de que estuviera cómoda. Una vez que estuve en posición, se inclinó ligeramente para abrocharme el cinturón de seguridad. No pude evitar ponerme un poco nerviosa por su cercanía, haciendo que mi corazón latiera rápido y sonrojándome aún más.

—Gracias, Emmett —dije, tratando de mantener mi voz firme y relajada.

—De nada —respondió con su característica sonrisa, antes de cerrar la puerta suavemente y rodear el coche para subirse al asiento del conductor.

Mientras arrancaba el motor, me acomodé en mi asiento y traté de calmarme. El rugido del coche llenó el aire, y la presencia de Emmett a mi lado tenía un efecto tranquilizador. Miré por la ventana por un momento, luego volví la vista hacia él.

DRIADES || EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora