𝑪𝒂𝒑𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏

1.2K 210 24
                                    

El sonido suave del reloj en la pared llenaba el espacio silencioso. Era un compás constante, un recordatorio de que el tiempo seguía su curso, aunque por dentro pareciera que todo estaba estancado. Me removí en el sillón de cuero, cruzando y descruzando las piernas, tratando de encontrar una posición cómoda. Pero no importaba cómo me sentara, no me sentía cómoda en ningún lugar estos días.

La Dra. Hartman me observaba desde su silla frente a mí, con su expresión serena y cálida, esa que siempre tenía cuando sabía que lo que venía no iba a ser fácil.

—Roxy —comenzó, su voz suave pero firme, invitándome a abrirme sin presiones—, ¿cómo te sientes con todo esto? Quiero decir, con volver a ver a Emmett después de tanto tiempo.

Ese era el nombre que había estado evitando todo el día. El nombre que me hacía sentir como si el aire fuera más denso, como si de repente no hubiera suficiente espacio en la habitación para respirar. Sentí el nudo en mi garganta apretarse, y me obligué a mantener la compostura. ¿Cómo me sentía? Ni siquiera yo lo sabía del todo.

—No sé cómo describirlo —murmuré finalmente, sin mirarla a los ojos—. Es como... como si todo lo que había logrado avanzar en este tiempo se desmoronara en el momento en que lo vi de nuevo.

La Dra. Hartman asintió, sus ojos atentos a cada palabra, a cada pausa que hacía. Nunca me presionaba, pero siempre encontraba la manera de hacer que hablara.

—Eso es completamente válido, Roxy —dijo, con una calma que casi me hacía sentir mejor—. El ver de nuevo a alguien que fue tan importante para ti puede reabrir heridas que pensabas cerradas. Es natural sentir que todo tu progreso se pone en pausa por un momento. Pero eso no significa que lo hayas perdido.

Tragué saliva, sintiendo cómo mis manos se apretaban contra mis rodillas. Era tan fácil para ella decirlo, tan lógico. Pero para mí, verlo de nuevo había sido como una sacudida, una que no estaba preparada para enfrentar.

—Me hace sentir pequeña, ¿sabes? Como si, a pesar de todo lo que he hecho, de todo el tiempo que ha pasado, nada de eso importara. Él sigue teniendo ese poder sobre mí. No puedo evitarlo —confesé, finalmente levantando la mirada para encontrarme con sus ojos.

Ella mantuvo su postura tranquila, asintiendo lentamente. Su mirada nunca mostraba juicio, solo comprensión, lo que a veces me ponía aún más nerviosa.

—Es natural sentir que ciertas personas tienen un impacto profundo en nosotros, sobre todo si fueron parte de momentos cruciales en nuestras vidas. —Se inclinó un poco hacia adelante, mostrando un interés genuino en lo que decía—. Pero lo que describes, esa sensación de sentirte pequeña o que nada de lo que has hecho importa, es solo una percepción. Una percepción creada por la historia emocional que compartes con Emmett.

Hice una pausa, intentando procesar lo que me decía. Sabía que tenía razón, pero era tan difícil romper con esa sensación de vulnerabilidad que aparecía cuando él estaba cerca.

—¿Y cómo rompo con eso? —pregunté, sabiendo que no había una respuesta sencilla, pero deseando que la hubiera.

La Dra. Hartman sonrió ligeramente, como si comprendiera perfectamente la frustración detrás de mi pregunta.

—No se trata de romperlo, Roxy, sino de entenderlo. —Su voz era suave, pero sus palabras tenían un peso que no podía ignorar—. La conexión que tuviste con Emmett fue real, y lo que sientes ahora es un eco de esa conexión. No podemos borrar nuestro pasado, ni las emociones que surgieron de él. Pero podemos aprender a darle un nuevo significado. Lo que estás sintiendo no es una señal de que has retrocedido, sino una oportunidad para ver cuánto has crecido, para entender por qué te afecta de esta manera y qué es lo que aún te queda por sanar.

DRIADES || EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora