𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟖

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La semana que había pasado desde mi encuentro con Killian en la cafetería se sentía eterna. Cada día, me encontraba dándole vueltas a su presencia, a sus palabras, y a lo que realmente significaba para mí. Mientras conducía hacia la escuela esa mañana, la imagen de Killian seguía presente en mi mente.

Cuando finalmente llegué al estacionamiento de la escuela, estacioné en un espacio vacío y me recliné en el asiento, permitiéndome un momento de tranquilidad. Miré hacia afuera, observando el edificio escolar que comenzaban a llenarse de estudiantes.

De repente, un auto de lujo negro, un BMW Serie 7, apareció en el estacionamiento. Su presencia era imposible de ignorar. Los estudiantes comenzaron a girar la cabeza para ver quién estaba al volante. El BMW se estacionó justo al lado de mi auto, captando la atención de todos con su diseño elegante y moderno.

La puerta del coche se abrió, y Killian salió con una confianza inconfundible. Llevaba un atuendo casual, pero elegante: una chaqueta de cuero negra que parecía estar a la moda, combinada con una camiseta blanca simple y unos jeans ajustados. Sus botas de cuero negro y su cabello ligeramente despeinado completaban el look con un aire de sofisticada rebeldía.

Sin perder tiempo, Killian se acercó a mi auto. Noté cómo los estudiantes comenzaban a murmurar y a observarnos con creciente curiosidad. Él parecía completamente a gusto con la atención que estaba recibiendo.

Me sorprendió ver cómo se dirigía directamente hacia mi ventana, donde yo estaba recostada, perdida en mis pensamientos. La presencia de Killian me sacó de mi ensimismamiento, y me encontré mirando hacia él con confusión.

—Hola, Roxy —dijo, inclinándose ligeramente hacia la ventana abierta con una sonrisa que parecía diseñada para desarmar cualquier resistencia—. Esperaba encontrarte aquí.

—¿Qué haces aquí? —pregunté con curiosidad mientras bajaba del auto, sintiendo la mirada de toda la escuela sobre mí.

—Te dije que quería conocerte y me lo tomé en serio —dijo él, mientras miraba brevemente hacia algunos estudiantes que nos observaban—. Aunque eso signifique volver a la escuela.

—¿Te inscribiste a la escuela? ¿Aquí? —pregunté, asombrada.

Killian asintió con una sonrisa despreocupada.

—Sí, así es. Pensé que sería una buena manera de conocerte mejor y también de experimentar un poco de la vida estudiantil. No me imaginaba que me recibirías con tanta atención, pero aquí estamos.

La incredulidad y el desconcierto me invadieron. ¿Cómo podía alguien decidir inscribirse en una escuela solo para conocerte mejor? La idea parecía tan surrealista.

—Pero... ¿no tienes otra forma de conocerme? —pregunté, intentando entender el motivo detrás de su decisión.

Killian se encogió de hombros, como si no le diera demasiada importancia.

—No realmente. Quería hacerlo de una manera que fuera más... directa. Además, me pareció interesante ver cómo es tu vida diaria.

Miré a mi alrededor, dándome cuenta de que la presencia de Killian estaba causando un revuelo significativo entre los estudiantes. Las miradas curiosas y los susurros apenas contenían la sorpresa de todos.

—¿Eso significa que te mudaste a Forks? —pregunté, buscando entender cómo encajaba su decisión en el contexto de su vida.

Killian asintió con una sonrisa tranquila.

—Sí, me mudé aquí. No solo para la escuela, sino para establecerme un poco. Quiero estar cerca de ti y ser parte de tu vida, aunque sea un poco.

Me quedé sin palabras, procesando la magnitud de su decisión. No era solo un gesto impulsivo; era un compromiso serio. La idea de Killian viviendo en Forks y asistiendo a la misma escuela que yo era abrumadora.

DRIADES || EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora