Me desperté esa mañana sintiendo una inquietud inexplicable. Algo en el aire parecía diferente, como si el mundo estuviera ligeramente desajustado. Me vestí lentamente, mis movimientos automáticos mientras mis pensamientos giraban en torno a Emmett. No había contestado mis mensajes, ni mis llamadas. Tampoco había asistido a clase, ninguno de los Cullen. Era como si me estuviera ignorando.
Con un nudo en el estómago, bajé las escaleras y salí de la casa. Me dirigí al porche para esperar a Emmett, tal vez hoy sí iba a pasar por mí, así que me senté en el escalón de madera, con la esperanza de ver su coche aparecer en cualquier momento.
Mientras esperaba, mi mente comenzó a dar vueltas a lo que había ocurrido en la casa de los Cullen. La imagen de Jasper, descontrolado, tratando de atacar a Bella, se repetía una y otra vez en mi cabeza. Recordé el empujón de Emmett, la mirada desesperada en los ojos de Edward y la sangre de Bella manchando el suelo. ¿Podría haber hecho algo para evitarlo? ¿Ellos me culpaban de lo ocurrido y por eso no me hablan? Porque realmente no entendía el porqué no contestaban.
La preocupación me invadía. Emmett no contestaba mis mensajes ni mis llamadas, y Rosalie tampoco. Era como si hubieran desaparecido del mapa. ¿Habría pasado algo más después de que me fui? ¿Estarían todos bien? Intenté tranquilizarme, diciéndome que probablemente solo necesitaban tiempo para procesar lo ocurrido, pero la ansiedad seguía creciendo dentro de mí.
¿Qué si Emmett estaba enojado conmigo? ¿Y si todo esto había causado problemas entre nosotros? No podía soportar la idea de haberle fallado de alguna manera, aunque yo no había hecho nada. Cada minuto que pasaba sin noticias suyas hacía que mi mente se llenara de más preguntas y temores. Me sentía impotente, sentada ahí en el porche, sin saber qué hacer.
El tiempo pasó y el frío de la mañana comenzó a calar en mis huesos. Me abracé a mí misma, tratando de mantener el calor mientras mi mirada se perdía en la distancia. ¿Por qué Rosalie tampoco contestaba? Ella siempre había sido directa y clara conmigo, pero ahora, su silencio era ensordecedor. ¿Estarían todos juntos, decidiendo qué hacer a continuación? ¿Me habrían dejado fuera deliberadamente?
Justo cuando el pánico comenzaba a apoderarse de mí, vi a Bella salir de casa, con una expresión de sorpresa al verme sentada ahí.
—¿Roxy? —dijo, acercándose—. ¿Estás bien?
—Sí, estoy bien —respondí, aunque mi voz sonaba débil—. Solo estoy esperando a Emmett.
Bella me miró con preocupación.
—¿No te ha dicho nada? —preguntó suavemente.
Negué con la cabeza, sintiendo la desesperación crecer dentro de mí. Bella suspiró, pareciendo debatirse internamente antes de hablar de nuevo.
—Yo... puedo llevarte a la escuela, si quieres. No creo que Emmett vaya a venir hoy.
A regañadientes, acepté su oferta. Subí al coche de Bella y el camino a la escuela se hizo en un silencio tenso.
—¿Sabes algo de Edward? —pregunté finalmente, incapaz de soportar más el silencio.
Bella negó con la cabeza, mordiéndose el labio inferior.
—No, no sé nada. También está desaparecido.
Nos quedamos en silencio el resto del camino, cada una perdida en sus propios pensamientos. La preocupación por Emmett y los Cullen no me dejaba en paz. ¿Qué estaba pasando realmente? ¿Por qué no había recibido ninguna noticia de ellos? La ansiedad me consumía, y el día apenas comenzaba.
Las clases comenzaron, pero no podía concentrarme en absoluto. Mi mente seguía divagando, tratando de entender qué estaba ocurriendo con Emmett y los Cullen. Cada vez que sonaba la puerta del aula, mi corazón daba un vuelco, esperando que fuera él, pero Emmett nunca apareció.
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DRIADES || EMMETT CULLEN
FanfictionToda mi vida había sido un completo desastre, Pero cuando llegué a Forks, un lugar donde los árboles parecían susurrar secretos, algo cambió. Era como si algo me esperase, Emmett Cullen irrumpió en mi vida como un rayo de luz en la oscuridad. Pero m...