El día había sido bastante tranquilo. Bella seguía sin hablarme y cada vez que me veía, se iba rápidamente. No podía evitar sentirme mal por eso. Al fin y al cabo, ella era mi prima. Había crecido con ella y era raro que no me hablara, pero también la comprendía, la había insultado.
Bella me había gritado y yo la había llamado hipócrita, algo que me dolía recordar porque, aunque sentía que tenía razón, no quería que nuestra relación se deteriorara así. Me esforzaba por justificar las acciones de Bella en mi mente. Ella también estaba lidiando con muchas cosas nuevas y difíciles. Tal vez su reacción fue una forma de protegerme, aunque el enfoque fue incorrecto.
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, mis pensamientos seguían girando en torno a Bella. Me preguntaba si debería acercarme a ella y pedirle disculpas, aunque sabía que ambas habíamos dicho cosas hirientes. Recordé los buenos tiempos que habíamos compartido, cómo solíamos reírnos juntas. Era difícil aceptar que todo eso parecía estar desapareciendo.
En el fondo, sabía que Bella no era una mala persona. Siempre había sido cariñosa y protectora conmigo a su manera. Incluso ahora, podía ver destellos de la Bella que conocía, especialmente en la forma en que se preocupaba por los demás, incluso si su manera de demostrarlo era torpe y dolorosa a veces. Quería arreglar las cosas, pero no sabía cómo. Cada intento de acercarme a ella terminaba en silencio incómodo o en ella alejándose de mí. Era frustrante y desgarrador, pero no quería rendirme.
Tal vez debía darle más tiempo. Tal vez, con el tiempo, las cosas se calmarían y podríamos hablar con más claridad. Ojalá ella pudiera ver que no quería herirla, solo quería que fuéramos honestas la una con la otra.
Era la hora del almuerzo y realmente no quería ir a la cafetería. Prefería estar en un lugar tranquilo donde pudiera reflexionar sin distracciones. Opté por dirigirme al jardín trasero de la escuela, un lugar apartado y sereno donde solía ir cuando necesitaba tiempo a solas. Me senté en un banco bajo la sombra de un árbol y cerré los ojos, dejando que la brisa suave acariciara mi rostro. El sonido de los pájaros cantando y el murmullo distante de los estudiantes en la cafetería creaban una atmósfera tranquila y reconfortante.
—¿Roxy?
Abrí los ojos al escuchar mi nombre. Era Alice, quien se acercaba con su habitual energía positiva.
—Hola, Alice —respondí con una sonrisa débil—. ¿Qué haces por aquí?
—Te vi salir del edificio y pensé que podrías necesitar compañía. ¿Te importa si te acompaño? —preguntó, aunque ya estaba sentada—. ¿Estás bien?
—Para nada, me encantaría —sonreí, sintiéndome agradecida por su compañía— Y sí, estoy bien.
Ambas nos quedamos en silencio por unos segundos.
—¿Que se siente ver el futuro? ¿No es extraño saber que va a pasar? —dije rompiendo el silencio.
Alice me miró con una expresión reflexiva antes de responder.
—Es difícil de explicar —comenzó, buscando las palabras adecuadas—. Ver el futuro es como... tener una idea de las posibilidades. A veces son imágenes claras, otras veces son más como fragmentos que deben interpretarse. No siempre sé exactamente qué va a pasar, pero puedo percibir ciertas direcciones o eventos probables.
Asentí, intentando imaginar cómo sería tener ese tipo de conocimiento.
—Debe ser fascinante... si te va a ocurrir algo saber que hacer—comenté,
Alice sonrió con calidez.
—Es un regalo y a veces también una carga. Intento usarlo para ayudar y proteger a quienes amo —explicó con seriedad—. Por eso, siempre trato de ser cuidadosa con lo que veo y cómo lo interpreto.
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DRIADES || EMMETT CULLEN
FanfictionToda mi vida había sido un completo desastre, Pero cuando llegué a Forks, un lugar donde los árboles parecían susurrar secretos, algo cambió. Era como si algo me esperase, Emmett Cullen irrumpió en mi vida como un rayo de luz en la oscuridad. Pero m...