𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟔

3K 260 8
                                    

Había logrado escabullirme en la mañana sin toparme con Bella. Cuando llegué anoche no me había dado cuenta si ella estaba en casa, pero agradecía que Charlie se hubiera hecho cargo de mí. Me había hecho la cena y me acompaño hasta que caí dormida. Suponía que Bella estaba con su novio.

Estaba sentada a un lado de la carretera esperando que Emmett pasara por mí. Había pensado un poco sobre lo del tema "colmillos". Según lo que él me alcanzó a decir, se alimentaban de animales. La idea de vampiros que cazan animales en lugar de humanos me parecía surrealista, pero después de todo lo que había visto y oído, tenía que abrir mi mente a nuevas posibilidades.

El ruido de un motor potente interrumpió mis pensamientos. Miré hacia arriba y vi a Emmett acercarse en su Jeep. Bajó la velocidad y se detuvo justo frente a mí, sonriendo de manera tranquilizadora para luego bajarse del Jeep.

—Buenos días, ángel —saludo él y yo no pude evitar sonrojarme.

—Buenos días —respondí mientras me acercaba un poco.

—¿Cómo estás? ¿Cómo dormiste? —preguntó Emmett, inclinándose ligeramente para mirarme a los ojos.

—Estoy bien, gracias. Dormí bastante bien, aunque estaba un poco nerviosa por hoy —admití, tratando de sonar casual, pero era obvio que él me ponía nerviosa.

Emmett soltó una risa suave y tranquilizadora.

—No tienes de qué preocuparte. Hoy va a ser un buen día, te lo prometo —dijo, abriendo la puerta del pasajero del Jeep para que subiera.

Subí al Jeep y él ayudó a ponerme el cinturón. Luego cerró la puerta detrás de mí y dio la vuelta para volver al asiento del conductor.

Mientras nos alejábamos de la carretera y nos adentrábamos en el bosque, mis pensamientos volvían a la conversación sobre los "colmillos". Quería saber más, entender mejor cómo funcionaba su mundo. Quería conocerlo, pero tampoco quería sonar metiche.

—¿Tu prima te hablo? ¿O se acercó a ti? —pregunto él mientras me miraba de reojo.

—No —negué rápidamente—. Supongo que estaba con Edward.

Emmett chistó con desaprobación y negó con la cabeza.

—Esos dos son tal para cual —dijo seriamente—. Igual de groseros.

—No es que sean groseros —respondí, intentando defenderlos—. Tal vez son dos personas que tienen muchos problemas y no saben cómo expresarse.

Emmett me vio de reojo y simplemente se quedó en silencio, sus pensamientos parecían estar en otro lugar. El silencio entre nosotros se hizo palpable, pero no incómodo. Sentí que Emmett estaba reflexionando sobre lo que había dicho.

—Quizás tienes razón —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. Pero eso no excusa que te traten mal.

—¿Puedo preguntar si duermes? —dije, cambiando radicalmente el tema, y sé que él lo notó, pero no dijo nada.

Emmett miró al frente por un momento antes de responder, parecía sorprendido por el cambio abrupto de tema.

—No, no necesito dormir. Los vampiros no lo hacemos —explicó, su tono volviéndose más relajado.

Asentí, procesando esa información mientras continuábamos nuestro camino a hacia la escuela.

—Debe ser extraño no tener que dormir —comenté, intentando mantener la conversación ligera—. Yo duermo todo el tiempo.

—Al principio lo es. Pero uno se acostumbra —respondió Emmett con una sonrisa.

Llegamos pronto a la escuela y Emmett estacionó a un lado de sus hermanos. Bajó del Jeep y luego me ayudó a bajar.

DRIADES || EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora