La mañana había comenzado como cualquier otra en Forks: nubes grises colgando sobre el cielo, las calles mojadas por una lluvia reciente, y el aire frío pegándose a la piel. Ian manejaba mi auto, sus dedos tamborileaban suavemente sobre el volante al ritmo de la música que sonaba en la radio. No habíamos hablado mucho desde que habíamos salido de casa, pero el silencio entre nosotros no era incómodo.
—¿Estás segura de que quieres venir hoy? —preguntó Ian, rompiendo el silencio mientras giraba hacia el estacionamiento de la escuela. Sus ojos, usualmente brillantes con una chispa de humor, ahora reflejaban preocupación.
—Sí, no puedo quedarme escondida para siempre —respondí, aunque una parte de mí deseaba poder hacerlo.
—Bella ya está de vuelta, ella puede tener una vida normal, yo también—añadí, tratando de sonar más convincente.
Ian asintió, estacionando el auto con precisión. El motor se apagó, y por un momento, solo se escuchó la suave llovizna golpear el parabrisas.
—Bueno, vamos allá —dijo, saliendo del auto. Me miró por encima del techo, una sonrisa de complicidad en su rostro, aunque sus ojos seguían cautelosos.
Mientras caminábamos hacia la entrada de la escuela, una figura familiar captó nuestra atención. Jake estaba de pie cerca de la puerta principal, con una camiseta negra que se le pegaba al torso debido a la humedad, su cabello oscuro aún mojado, cayendo sobre su frente. Parecía recién salido de una revista, como si la lluvia solo lo hiciera lucir mejor.
—Vaya, Jake, ¿estás audicionando para ser modelo o qué? —dijo Ian entre risas.
Jake sonrió, esa sonrisa de chico despreocupado que siempre parecía iluminar su rostro, pero antes de que pudiera responder, intervine con burla.
—¿Modelo? Más bien parece salido de una película romántica antigua —dije, con un tono claramente burlón—. Ya sabes, de esas donde el protagonista sale corriendo bajo la lluvia para declararse.
Jake se rió, sacudiendo la cabeza, pero justo cuando iba a responder, algo cambió en su expresión. Tanto él como Ian dejaron de sonreír, y ambos giraron al mismo tiempo hacia la misma dirección.
Me volví para ver qué había llamado su atención. Ahí, a lo lejos, estaban Bella y Edward, caminando hacia nosotros. La tensión entre los tres era palpable incluso desde donde estábamos. Jake dejó de reírse, su rostro endurecido por algo que no pude descifrar del todo.
—Tengo que hablar con Bella —dijo Jake, su voz firme pero no agresiva. Edward lo observaba desde lejos, su expresión impasible pero claramente alerta.
Jake se alejó de nosotros para acercarse a Bella.
—Esto no pinta nada bien —murmuró Ian, cruzando los brazos mientras observaba la escena.
—¿Crees que habrá problemas? —pregunté, aunque ya tenía la sensación de que sí.
Ian asintió, su mirada fija en la distancia.
—Oh, definitivamente. Jake y Edward... esto es solo el principio —dijo, su tono bajo pero cargado de certeza—. Es como una telenovela. Thea amaría esto.
Observamos cómo Jake hablaba con Bella y Edward. Para nada se veía amigable. Bella no estaba para nada contenta y parecía que en cualquier momento Jacob iba a saltar sobre Edward y ladrarle.
—Sí... va a haber problemas —dije en voz baja, como si necesitara confirmarlo una vez más—. ¿Qué están hablando?
Ian, que no apartaba la mirada de los tres, hizo una mueca.
![](https://img.wattpad.com/cover/369303157-288-k675693.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DRIADES || EMMETT CULLEN
Hayran KurguToda mi vida había sido un completo desastre, Pero cuando llegué a Forks, un lugar donde los árboles parecían susurrar secretos, algo cambió. Era como si algo me esperase, Emmett Cullen irrumpió en mi vida como un rayo de luz en la oscuridad. Pero m...