𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟗

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La cena había ido bastante bien, o eso creía. Mike Newton se nos había acercado, mejor dicho, a Bella, para decirle que no le gustaba para nada que saliera con Edward. Bella simplemente se había encogido de hombros y había entrado al restaurante. Aparte de eso, durante la cena, Charlie le había preguntado a Bella si le interesaba algún chico, y ella rápidamente lo negó. También me había preguntado por Emmett, y las personas presentes habían preguntado si Charlie había encontrado algo en el río Queets. Charlie había respondido que sí, que habían encontrado una huella de humano.

Eso había hecho que se me pusieran los pelos de punta. ¿Y si había algo por ahí afuera asesinando gente? Al principio pensé que eran unos animales, como el que había matado a ese personal de seguridad, pero ahora habían asesinado al amigo de Charlie. Él había estado un poco nervioso desde eso, y cuando la cena terminó, nos había dado de nuevo un gas pimienta.

Mientras guardaba el gas pimienta en mi bolso, no podía evitar sentir una creciente sensación de inquietud. Bella, a mi lado, parecía ajena a la preocupación. ¿No le preocupaba todo esto? ¿Cómo podía estar tan tranquila? Intenté respirar profundamente, pero la sensación de ansiedad seguía creciendo. Tal vez debería hablar con Emmett sobre eso, tal vez él sabía algo.

Hoy al fin era fin de semana y había invitado a Emmett. Primero, tenía muchas preguntas sobre eso del tema colmillos. Había momentos donde no podía dormir, simplemente pensando en diferentes preguntas. Tanto había sido así que había escrito unas cuantas en mi libreta. Aparte de eso, quería mostrarle mi habitación a Emmett.

La idea de dejar entrar a Emmett en mi espacio privado me daba un poco de cosita. Mi habitación siempre había sido mi refugio, un lugar donde podía sentirme segura y alejada del mundo exterior. Compartirlo con alguien, sentía que era algo demasiado intimo, pero quería hacerlo. Quería que Emmett entendiera más sobre mí y esta era la mejor forma. Cuando Emmett llegó, traté de ocultar mis nervios detrás de una sonrisa, pero él me miró como si se diera cuenta.

—Hola linda —saludó Emmett, dejando un beso en mi frente. No pude evitar sonrojarme.

—Hola —respondí tímidamente, sintiendo cómo el rubor se extendía por mis mejillas.

Con cuidado, sus manos grandes y cálidas acariciaron suavemente mi cabello, enviando escalofríos de emoción por mi espalda. El roce de sus dedos era tan reconfortante que cerré los ojos por un instante, entregándome por completo a la sensación de seguridad que me brindaba. Nuestros ojos se encontraron, y en ese momento el mundo pareció detenerse a nuestro alrededor. La intensidad de su mirada me atrapó por completo.

—Eres increíblemente hermosa, ¿Lo sabes?—susurró Emmett con voz ronca, su aliento cálido acariciando mi rostro.

Sentí cómo mi corazón latía más rápido ante su elogio. Sus palabras me tomaron por sorpresa, haciéndome dudar un poco de mí misma en ese instante. Pero al mismo tiempo, su sinceridad y la forma en que me miraba me hicieron sentir valorada de una manera especial.

—Gracias, Emmett, —respondí finalmente con voz suave, sintiendo el rubor en mis mejillas—. ¿Quieres pasar?

Emmett asintió con una sonrisa gentil, sus ojos verdes brillando con afecto y complicidad.

—Me encantaría, gracias por invitarme, —respondió mientras entrábamos juntos a la sala—. ¿Está Charlie o Bella?

Negué con la cabeza.

—Creo que Bella está encerrada en su habitación, pero Charlie probablemente esté fuera patrullando por la ciudad —respondí.

Por primera vez desde que llegó, pude detallarlo mejor. Llevaba una camisa ajustada que resaltaba su musculatura, dándole un aire aún más imponente y seguro de sí mismo. Sus movimientos eran fluidos y llenos de confianza, lo que hacía difícil apartar la mirada de él.

DRIADES || EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora