El mundo vuelve lentamente, primero en sombras, luego en sonidos distantes. Un frío helado me envuelve antes de que pueda abrir los ojos, como si el hielo se hubiera colado en mis huesos. Mi cuerpo tiembla incontrolablemente, mis músculos agarrotados por el frío. El aire entra con dificultad en mis pulmones, y cada inhalación me duele. Mi piel, húmeda y fría, está pegada a algo duro, la arena mojada tal vez.
Finalmente, mis párpados ceden. Abro los ojos y la luz gris del cielo nublado me ciega un segundo. Estoy tumbada en la playa, empapada y temblando como una hoja. El sabor salado del mar invade mi boca y me doy cuenta de que algo se mueve en mi garganta. Antes de que pueda procesar lo que pasa, empiezo a toser violentamente, el agua salada sale de mi boca mientras mi cuerpo se sacude tratando de expulsar lo que queda dentro de mis pulmones.
—Tranquila, respira —escucho una voz, firme pero cargada de preocupación.
Parpadeo, mis ojos tardan en enfocar. Siento unas manos cálidas sujetándome por los hombros, firmes pero cuidadosas, asegurándose de que no me mueva demasiado rápido. Finalmente lo veo, es Paul. Su rostro está tenso, pero detrás de esa seriedad, hay algo más, algo que solo puedo describir como pánico reprimido.
—Paul... —intento hablar, pero mi voz es apenas un susurro rasposo. Mi garganta está seca y me duele de tanto toser. Además, el frío me está destrozando. No puedo dejar de temblar, mis dientes castañetean sin control, y la brisa del océano, húmeda y helada, empeora la situación.
—Shh... tranquila —repite él, su voz más suave, pero con un tono urgente—. Solo respira, estás bien.
Intento moverme, pero mi cuerpo se siente como si estuviera congelado, mis músculos no responden, y cada parte de mí duele. Es un frío que no solo está en mi piel, sino en mis huesos, como si me hubieran sumergido en hielo. No puedo dejar de temblar, y mis labios deben estar azulados por la hipotermia.
—Hace... tanto frío —murmuro, intentando abrazarme a mí misma, pero mis brazos están pesados, como si fueran de plomo.
Paul se quita la camiseta de un tirón y me la coloca encima. El calor de su piel es un alivio inmediato, aunque no lo suficiente para detener el temblor incontrolable. Trato de sentarme, pero Paul me sostiene con más fuerza, impidiéndome moverme demasiado.
—No te levantes aún —dice, preocupado— ¿Qué crees que estabas haciendo Roxanne? ¿Saltar del acantilado? Estás loca, Roxy. Estabas inconsciente cuando te saqué del agua.
—N-no... yo no quería... Bella me empujó con ella —tartamudeo, mi cuerpo aun temblando mientras las palabras salen a trompicones de mis labios.
Al decir el nombre de Bella, una sensación de alarma inunda mi mente. Giro mi cabeza bruscamente, buscando a Bella desesperadamente con la vista. La encuentro a unos metros de distancia, tumbada en el suelo, jadeando por aire, con Jake arrodillado a su lado, sujetándola con cuidado. Su rostro está pálido, sus labios casi morados por el frío, pero parece estar consciente. Mi pecho se aprieta al verla en ese estado, y mi mente se acelera intentando comprender lo que acabamos de vivir.
De repente, un mareo repentino me invade, y siento cómo el mundo a mi alrededor se tambalea. Mis manos empiezan a sudar frío, y mi respiración se vuelve más superficial. El zumbido en mis oídos crece, y una sensación de debilidad extrema me inunda. No, no ahora... Intento mantener el control, pero sé lo que está pasando. Se me está bajando el azúcar. No puedo desmayarme aquí, no ahora.
—Paul... —murmuro, pero mi voz sale apenas como un hilo de aire. Trato de tragar saliva, pero mi boca está seca—. Me... me siento mal.
Paul me mira con una mezcla de pánico y confusión, su expresión cambia rápidamente de enfado a preocupación pura.
![](https://img.wattpad.com/cover/369303157-288-k675693.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DRIADES || EMMETT CULLEN
FanfictionToda mi vida había sido un completo desastre, Pero cuando llegué a Forks, un lugar donde los árboles parecían susurrar secretos, algo cambió. Era como si algo me esperase, Emmett Cullen irrumpió en mi vida como un rayo de luz en la oscuridad. Pero m...