DRIADES || EMMETT CULLEN

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑

Me encantaba dibujar; era una de las únicas cosas que Renée me dejaba hacer, o más bien, ni siquiera se daba cuenta de que lo hacía, porque de lo contrario habría tirado todas mis cosas a la basura. Lo hizo una vez cuando descubrió que estaba estudiando francés, lanzando mi costoso libro de francés a la basura, el cual me había costado 100 dólares. Sin embargo, seguí estudiando en secreto hasta perfeccionar el idioma, dedicando mis madrugadas a ello durante 2 años. Ahora estaba estudiando italiano, avanzando en mi libro intermedio. Me alegraba haber tenido la oportunidad de inscribirme en la escuela; quería aprender diferentes idiomas, después del italiano, quería aprender alemán.

Hoy era la primera clase de arte; según entendí, el salón había sido clausurado debido a los daños causados por una tormenta, y ahora se habían necesitado 6 meses para las reparaciones. Aunque ya no me sentía tan perseguida por los Cullen, seguían siendo intimidantes. No había vuelto a ver al de cabello de escoba con puntas abiertas, lo cual ponía un poco nerviosa a Bella. No entendía por qué quería hablar con él después de cómo la había tratado, pero supongo que mi prima era algo masoquista. Llevaba mi cuaderno de dibujos y mi estuche con mis cosas. Llegué un poco tarde y toqué la puerta; una mujer de aspecto hippie, con cabello castaño y ojos cafés muy bonitos, me sonrió cálidamente.

— Perdón —susurré mientras abrazaba mi cuaderno. Ella solo me dedicó una sonrisa y me dejó entrar—. Continúen, aún no hemos comenzado —dijo, permitiéndome entrar—. El único puesto libre está al lado del señor Cullen.

El único puesto vacío estaba en la primera fila, junto a Emmett Cullen. Es alto y muy musculoso (demasiado). Me senté en la silla a su lado. Sentía cómo me observaba cada uno de mis movimientos, pero no podía devolverle la mirada. La presión en mi pecho reapareció. ¿Por qué no dejaba de mirarme? No es como si fuera bonita o algo así; soy pálida, ojerosa, no tan delgada como Bella, llena de cicatrices y, para rematar, soy una enferma que no puede hacer nada, además de no tener ningún valor como persona.

— Hoy es la primera clase del año y vamos a hacer una actividad en parejas —dijo la profesora. — Pero primero, permítanme presentarme. Soy la maestra Honey Woods, y cualquier cosa que necesiten, estoy aquí para ustedes.

Era realmente guapa.

— La actividad de hoy la harán con su compañero de pupitre —escuché a Emmett decir "Sí" —. Sé que muchos de ustedes se conocen, pero ¿realmente saben qué le gusta al otro?

Muchos negaron.

— Lo que vamos a hacer es sencillo —la profesora comenzó a repartir hojas de cartulina—. Harán 5 preguntas a su compañero, y a partir de las respuestas, harán un dibujo.

La maestra nos entregó las cartulinas.

— ¿Puedo hacerlo en mi cuaderno? —pregunté.

— Claro, linda —recogió mi cartulina y se fue—. Si necesitan algo, me llaman.

Tenía que hablar con la persona a mi lado, quien mide 2 metros mientras que yo mido 1.50 aproximadamente. Era fácil, solo girarme y entablar conversación. Respira, no es como si te fuera a hacer algo delante de la profesora. Solo gírate...

— Lindo dibujo —susurró él a mi lado, haciendo que diera un brinco—. No quise asustarte... ¿Lo hiciste tú?

Señaló la portada de mi cuaderno, donde estaba dibujada Atenea con su espada y escudo. También había agregado un búho en su casco y una enorme luna en la parte trasera que ocupaba toda la portada. Me gustaban los dibujos realistas, aunque me llevaran varias horas.

— E-em, sí, lo hice yo —me encogí de hombros.

— Tienes talento.

— Gracias... —susurré.