Lo único que se escuchaba en el auto de Edward eran los sollozos de Roxy, que se habían calmado al menos un poco, pero aun así el ambiente tenso. Cada minuto que pasaba, el silencio en el auto se volvía más opresivo, mezclado con el zumbido constante del motor a alta velocidad. Mis pensamientos giraban caóticamente mientras acariciaba el cabello de Roxy, intentando consolarla de alguna manera.
Entonces, como un eco, la voz de Edward cortó el aire, haciendo que mi corazón diera un vuelco en mi pecho.
— Bella, necesito que me digas: ¿Roxy es diabética? —preguntó, su tono tranquilo, pero cargado de una urgencia que no podía ignorar.
— Sí —susurré, sintiendo un nudo formarse en mi garganta.
Ambos nos quedamos en silencio. El auto seguía avanzando a toda velocidad, y yo solo podía pensar en cómo cada segundo contaba. Miré a Roxy, sus manos temblaban más de lo normal, y su piel pálida me llenaba de preocupación.
— Si no encontramos algo dulce, tendremos que llevarla al hospital —repetí, con un destello de desesperación en mi voz. Ambos nos quedamos en silencio mientras yo arrullaba a Roxy en mis brazos.
— Alice no vio esto —dijo Edward, volviendo a quedarse en silencio. La mención de Alice me llenó de una extraña confusión. ¿Qué tenía que ver Alice en esto?
— Ella debe tener un glucómetro —continuó Edward, su voz ahora más enfocada. Sabía que él estaba buscando una solución rápida en su mente, pero la falta de opciones era evidente.
Entonces recuerde que ella siempre llevaba uno en su bolso y con cuidado acomode su cabeza en mis piernas, pero Roxy gimió débilmente y mi corazón se encogió. Mire por todo lados buscándolo, pero no estaba.
— Mierda, su bolso se debió caer en el estacionamiento —dije, sintiendo una oleada de pánico. Edward apretó el volante con fuerza. Miró rápidamente por el retrovisor antes de acelerar aún más. Tomo su teléfono y llamo a alguien.
— Emmett, necesitamos que llegues aquí ya —exclamó Edward, la urgencia clara en su voz mientras hablaba por el teléfono—. ¿Alice ya lo vio?
Mire a Roxy y con cuidado acaricie su rostro, solo lloraba en silencio, pero sus manos no dejaban de temblar y no es que ella intentara hacer para sentirse mejor y eso hizo que mi corazón se estrujara.
— Emmett, necesitamos glucosa, algo dulce, rápido y un glucómetro, sé que Carlisle tiene uno en su oficina.—añadió Edward al teléfono—. Roxy te necesita ahora Emmett.
Edward colgó el teléfono y como si fuera posible, acelero muchísimo más. Una pequeña capa de sudor había aparecido en su frente y pequeños mechones de su rubio cabello platinado se pegaban a su frente que con cuidado quite.
— Edward está sudando, no creo que eso sea algo bueno —susurré, intentando mantenerme en calma.
El rugido del motor llenaba el aire, y el paisaje se desdibujaba a nuestro alrededor mientras avanzábamos a una enorme velocidad. Miré a Roxy y todavía se podía ver la angustia en su rostro. Sus mejillas, que siempre estaban rojas por el frío, ahora estaban pálidas, más de lo normal.
— ¿Qué vamos a hacer? —pregunté, la desesperación aflorando en mi voz.
Edward no respondió de inmediato. Sus ojos estaban fijos en la carretera, su mandíbula apretada. Finalmente, habló, su voz firme pero baja.
— Emmett está en camino con algo para subir su azúcar.
Apreté a Roxy con más fuerza, tratando de transmitirle algo de mi propia fuerza. El auto dio un giro brusco. Haciendo que la apretara más fuerte.
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DRIADES || EMMETT CULLEN
FanfictionToda mi vida había sido un completo desastre, Pero cuando llegué a Forks, un lugar donde los árboles parecían susurrar secretos, algo cambió. Era como si algo me esperase, Emmett Cullen irrumpió en mi vida como un rayo de luz en la oscuridad. Pero m...