Capítulo 6.

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─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter six. ❫ ▒▓


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LAS PRIMERAS SEMANAS EN LO que conocieron bajo el nombre de Nueva Orleans fueron complicadas. Asentarse en un nuevo lugar, sin levantar sospechas, no estaba siendo sencillo. Acostumbrarse a un nuevo hogar siempre era difícil pero, más, cuando no estaban todos. Agnetha se veía ligeramente deprimida por no tener a Kol junto a ella, lo que hacía que pasase más tiempo encerrada en su habitación, tocando el piano como la melancólica que era. Solo salía para alimentarse o, también, para causar una masacre en las afueras de la ciudad. Y eso era algo que disgustaba a Elijah, que tanto quería mantener unida a la familia.

Esa fue una de las razones por las que aquella tarde pidió a Niklaus y a Rebekah que se fueran, dejándoles solo en El Complejo. Habían construido una enorme y majestuosa casa en una parcela inhabitada del centro del Barrio Francés, como había sido nombrado el barrio más famoso de Nueva Orleans. En el patio, podía verse el escudo de la familia Mikaelson, esculpido en diversas corrientes artísticas pero, por supuesto, destacando el Renacimiento.


Agnetha lo había dibujado, por primera vez, cuando todavía era humana, en mitad de un camino de tierra, en el bosque. Jugaban a las escondidas pero ella, aburrida de jugar siempre lo mismo, cogió una rama fina de uno de los árboles que se encontraba en el suelo. Sus hermanos seguían escondiéndose y atrapándose los unos a los otros, menos Henrik. El más pequeño de los hermanos vio cómo su hermana estaba sentada en el suelo, con la lengua fuera, dibujando con una rama en el suelo.

"¿Qué haces, Aggie?" le preguntó el menor a su hermana mayor, cuando miró por encima de su hombro.

El pequeño no tenía más de cuatro años y se había empeñado, enrabiado y berrinchudo, a seguir a sus hermanos mayores. Agnetha le sonrió, indicándole que se sentase junto a ella, en el suelo.

"Es una M, ¿ves?" le dijo, mostrándole el trazo de la letra. "He visto los escudos que padre lleva cuando viene de la lucha, quería hacer uno para la familia" musitó la mayor.

Ella quería que su padre la quisiera. Si bien siempre decía que era su ojito derecho, también sabía que era para molestar a Nik, a quien despreciaba y no entendía por qué. ¡Eran mellizos! Eran hermanos, uña y carne, inseparables desde antes de nacer. Que dijera que la amaba, en realidad le dolía porque no le decía lo mismo a su hermano mellizo. Y eso era algo que no le gustaba, porque Agnetha no amaba a nadie más que a Niklaus.

Porque no había Nikkie sin su Nik.


―Agnetha.

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