Reencuentros y Revelaciones

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Jumin no tarda mucho en regresar.

Cada vez que intento preguntar más sobre lo que ha sucedido, él me responde con paciencia, pidiéndome que no me preocupe y que hablaremos de todo más tarde.

Sin embargo, la falta de información me frustra.

Su evasiva calma solo intensifica mi ansiedad.

Una enfermera entra en la habitación con una bandeja de comida en las manos y la coloca cuidadosamente sobre la mesita al lado de mi cama, para luego marcharse.

Al ver la bandeja, no puedo evitar recordar las veces en que Hyojoo me entregaba la comida de esa manera en aquella mansión.

Me pregunto como se encuentra, pero estoy cansada de preguntarle a Jumin y que él no me responda.

Con algo de dificultad, comienzo a comer la sopa. La pruebo y un calor reconfortante se extiende por mi cuerpo. A pesar del dolor en mi garganta, la sopa tiene un sabor tan suave y rico.

Cada cucharada me reconforta un poco más, y me doy cuenta de cuánto necesitaba esto.

Jumin observa mi expresión mientras como.

― ¿Está rica? ― pregunta, curioso.

― Sí, está realmente buena.

Él sonríe, claramente aliviado de verme comer con gusto.

― Tus padres vendrán esta mañana a verte. — dice con una calma sorprendente. — Taeyang fue a recogerlos, les ha dado la buena noticia.

Levanto la mirada de la sopa, sorprendida por su disposición a hablar sin que yo tenga que preguntar.

― ¿Qué les dijiste? —pregunto.

― Les dije lo necesario. Saben que estuviste en peligro, pero no conocen todos los detalles. Para tus padres, la versión oficial es que pagué una gran suma de dinero al secuestrador para que te liberara.

― ¿Ava lo sabe?

― La verdad es que no. No confío en su discreción, y cualquier estrés podría hacer que recaiga.

― Tienes razón.

Mientras continúo comiendo, un pensamiento urgente cruza mi mente.

― En la mansión... vi al primer ministro. Él estaba involucrado con Rika de algún modo —le digo.

Jumin asiente, como si ya estuviera al tanto.

― Ya lo sé. Ya me he encargado de él.

Frunzo el ceño.

― ¿Quieres decir que...? ¿Qué pasó con el ministro?

Jumin toma un respiro profundo antes de responder.

― Te lo diré porque ya es noticia nacional. El primer ministro fue detenido por su implicación en negocios delictivos. Estaba involucrado en una red que extendía sus tentáculos a varios sectores, incluyendo a Rika y su organización.

Siento un escalofrío recorrerme al escuchar sus palabras.

― ¿Y cómo se supo todo esto?

― Fue Seven quien dio con la información clave para delatar al ministro.

Mi corazón se encoge al pensar en lo difícil que debe haber sido para él.

― Pobre Seven... —murmuro, sintiendo una tristeza que no puedo evitar.

Aunque el primer ministro era un hombre corrupto, no deja de ser el padre de Seven, y sé lo doloroso que debe haber sido tomar esa decisión.

― Creo que Seven disfrutó hacer pagar a su padre por todo lo que hizo. ― comenta, con una mezcla de incredulidad y algo de admiración en su voz. ― Públicamente no se ha relacionado tu secuestro con la detención de ese hombre.

En los brazos de Jumin HanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora